
Me gusta el Delta. Cuando lo escribo en mayúsculas, me refiero al del Ebro. Tiene que ver con el mar y con la luz. Es una luz azul y brillante, parecida a la luz holandesa de los cuadros de Vermeer en sus cuadros. O a la del desierto del Tar. Necesito parar. Dejar de correr escaleras arriba, tranquilizarme, respirar el olor de la mar y beberme esa luz. Así que me voy al Delta.
Suena el California Stars, auténtica joya cortesía de mi gurú musical preferido SFB; desde luego, company, tienes razón, me chifla y me vuelve loco. Es lo que tiene empezar a conocerse ya desde hace un tiempo.
Supongo que me ocurre lo que a la musa de Alberti, que habiendo pasado los 40, empiezo a tener nostalgias de la tierra, de la mar y del colegio.
Que tengáis un buen fin de semana.