Hoy el jefe me ha hecho llegar unos párrafos de Borges que me han encantado, dicen así:
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma,que los besos no son contratos y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos. Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes, y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de quererte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios, multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido, ya es tarde, nunca dejes que algo te sea demasiado tarde.
Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo...
Al hilo del paso del tiempo, aprovecho para rectificar (o al menos matizar) una opinión musical. Decía el 1 de septiembre que nadie ha cantado el aria Casta Diva como la Callas - después de escuchar la grabación que os cuelgo, y para no cambiarle a la Callas la medalla de oro por una de plata (que siempre es feo), voy a otorgarle a la Caballé una segunda medalla de oro ex aequo.
Que tengáis un buen fin de semana.
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viernes, 28 de noviembre de 2008
sábado, 15 de noviembre de 2008
La desnudez del alma
¿Qué hace de algunas frases más o menos rimadas verdadera poesía? ¿Qué hace de unos párrafos más o menos ordenados verdadera literatura? A menudo me lo he preguntado, y aunque no tengo la respuesta, intuyo que fundamentalmente tiene que ver con la honestidad del escribiente, o sea con su sinceridad. Porque cuando un escritor no es honesto consigo mismo, y se miente, y nos miente a sus lectores, escribe frases más o menos rimadas y aparentes, que no son mas que eso; pero cuando escribe lo que siente, cuando comparte sus emociones y sentimientos, mostrándonos con sinceridad una parte de su alma, entonces escribe lo que percibimos como poesía o en sentido más amplio como literatura. Porque percibimos el alma del poeta a través de sus versos que leemos en voz baja y así hacemos nuestros.
Hoy ha caído en mis manos esta gran poesía.
LA LUNA – Jorge Luis Borges
(A María Kodama)
Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.
Increíble, ¿verdad?
Y hablando de sinceridad, suena el cuarto movimiento (Adagio lamentoso) de la Sexta Sinfonía de Tchaikowski. Al frente de la NHK Symphony Orchestra, Charles Dutoit.
La obra es conocida desde que fue así bautizada por su hermano como la "Patética". Cuentan las crónicas que la composición de esta obra hizo derramar muchas lágrimas al autor por cuanto sentía la necesidad de escribir su «obra más sincera» a modo de testamento vital, y ello incluía abordar musicalmente sus sentimientos de su inconfesada homosexualidad desde un ángulo no exclusivamente dependiente de su estado depresivo: y así fue, porque lo intuyera o no, fue la última que escribió.
Tchaikowski dijo de esta obra: “La quiero como no he querido nunca a ninguna de mis partituras… No exagero, toda mi alma está desnuda en esta sinfonía”.
Por coherencia, la sinfonía no acabaría con el habitual allegro, sino con un lento y triste adagio. En una de sus últimas cartas, afirmaba que la música estaba impregnada de un sentimiento que hacía pensar en un réquiem - fuera o no un presentimiento, el músico murió nueve días después de ser estrenada: dicho sea de paso, sin demasiado éxito.
El final del movimiento es probablemente el mejor final de sinfonía que se ha escrito jamás.
Con ello os dejo. Que tengáis un buen fin de semana.
Hoy ha caído en mis manos esta gran poesía.
LA LUNA – Jorge Luis Borges
(A María Kodama)
Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.
Increíble, ¿verdad?
Y hablando de sinceridad, suena el cuarto movimiento (Adagio lamentoso) de la Sexta Sinfonía de Tchaikowski. Al frente de la NHK Symphony Orchestra, Charles Dutoit.
La obra es conocida desde que fue así bautizada por su hermano como la "Patética". Cuentan las crónicas que la composición de esta obra hizo derramar muchas lágrimas al autor por cuanto sentía la necesidad de escribir su «obra más sincera» a modo de testamento vital, y ello incluía abordar musicalmente sus sentimientos de su inconfesada homosexualidad desde un ángulo no exclusivamente dependiente de su estado depresivo: y así fue, porque lo intuyera o no, fue la última que escribió.
Tchaikowski dijo de esta obra: “La quiero como no he querido nunca a ninguna de mis partituras… No exagero, toda mi alma está desnuda en esta sinfonía”.
Por coherencia, la sinfonía no acabaría con el habitual allegro, sino con un lento y triste adagio. En una de sus últimas cartas, afirmaba que la música estaba impregnada de un sentimiento que hacía pensar en un réquiem - fuera o no un presentimiento, el músico murió nueve días después de ser estrenada: dicho sea de paso, sin demasiado éxito.
El final del movimiento es probablemente el mejor final de sinfonía que se ha escrito jamás.
Con ello os dejo. Que tengáis un buen fin de semana.
miércoles, 8 de octubre de 2008
El otro lado del muro
No conocía la obra religiosa de Vivaldi, más allá del famoso Stabat Mater. Hoy he descubierto este maravilloso motete que lleva por título Longe mala, umbrae, terrores RV 629 . En la versión que os adjunto del aria central "Descende, o coeli vox", el contratenor americano David Daniels luce voz y un enorme control en la respiración.
Estoy de bajón. Ayer me anunciaron que hoy a las 11 me daban la nota de uno de esos exámenes en los que tienes poco que ganar y mucho que perder. Nervios primero, subidón más tarde y ahora bajonazo: porque la nota ha sido muy buena.
Sigo con la extraña (y agradable) sensación de vivir en un sueño, así que os dejo con unos versos de Borges y me voy al otro lado del muro; quizás os vea allí.
EL SUEÑO (Jorge Luis Borges)
Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?
¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?
Besos.
Estoy de bajón. Ayer me anunciaron que hoy a las 11 me daban la nota de uno de esos exámenes en los que tienes poco que ganar y mucho que perder. Nervios primero, subidón más tarde y ahora bajonazo: porque la nota ha sido muy buena.
Sigo con la extraña (y agradable) sensación de vivir en un sueño, así que os dejo con unos versos de Borges y me voy al otro lado del muro; quizás os vea allí.
EL SUEÑO (Jorge Luis Borges)
Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?
¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?
Besos.
jueves, 17 de julio de 2008
(Me atrevo a) Ser feliz
Me gusta leer este poema para recordar qué no quiero ser.
El remordimiento (Jorge Luis Borges)
He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.
Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
la sombra de haber sido un desdichado.
Me gusta la forma y el fondo del poema, lo que dicen las palabras al leerlas y lo que dicen unos minutos después, cuando se asean por la cabeza.
Y me gusta el tempo lentísimo de Arrau en este segundo movimiento del Emperador. Beethoven lo anotó bastante más rápido, pero tocado así suena de maravilla, ¿verdad?
Que tengáis un buen día. Que no nos pase lo mismo que al del poema. Que nos atrevamos a ser felices, porque a menudo sólo va a depender de eso. Y que no nos falten los besos; muchos besos.
El remordimiento (Jorge Luis Borges)
He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.
Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
la sombra de haber sido un desdichado.
Me gusta la forma y el fondo del poema, lo que dicen las palabras al leerlas y lo que dicen unos minutos después, cuando se asean por la cabeza.
Y me gusta el tempo lentísimo de Arrau en este segundo movimiento del Emperador. Beethoven lo anotó bastante más rápido, pero tocado así suena de maravilla, ¿verdad?
Que tengáis un buen día. Que no nos pase lo mismo que al del poema. Que nos atrevamos a ser felices, porque a menudo sólo va a depender de eso. Y que no nos falten los besos; muchos besos.
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