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miércoles, 7 de julio de 2010
De rodillas!!!!!
Como dice mi gurú favorito, pa mear y no echar gota - gracias, company.
Que tengáis un buen día
lunes, 21 de julio de 2008
Because the Night
Cuando tienes un hijo, por fuera pasas a la categoría de “padre”; por dentro cambia tu ser. Hace un mes escribía en el blog que los hijos no nos pertenecen, y que nuestro papel es hacer todo lo que esté en nuestras manos para que sean libres a la hora de elegir.
Hoy he ido a ver al Boss con mi principito de siete años, y mirando sus ojazos he descubierto dos cosas.
La primera, que el papel de los hijos, de mis hijos es hacerme mejor: me hacen mejor amigo, mejor padre, mejor compañero, mejor persona. He vuelto a recordad el fragmento de Gibran […podéis abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, pues sus almas habitan en la mansión del mañana, que vosotros no podéis visitar, siquiera en sueños / Podéis esforzaros en ser como ellos, pero no intentéis hacerlos a ellos como vosotros. Ya que la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer].
La segunda, que las alegrías y las emociones que te produce un hijo no te las causa nada más en la vida.
Volviendo a casa, de su mano, con las emociones a flor de piel, he vuelto a recordar lo bien que se está en silencio con algunas personas. Y me he dado cuenta de que su mirada clara, transparente, no sólo iluminaba mis ojos sino la ciudad primero, y la oscura noche después. Hace ya un par de años, le regalé a mi príncipe una estrella. Era una calurosa noche de verano, en un valle del Pirineo famoso por sus cerezas, muy cerca de Andorra. Hoy me ha devuelto el regalo.
Él no sé, yo me acordaré siempre de esta noche que nos ha pertenecido. En su honor:
Me doy cuenta que no he escrito ni una línea sobre el concierto de esta noche. Debe ser que la vida me está tratando muy bien últimamente.
Que tengáis una buena semana.
Hoy he ido a ver al Boss con mi principito de siete años, y mirando sus ojazos he descubierto dos cosas.
La primera, que el papel de los hijos, de mis hijos es hacerme mejor: me hacen mejor amigo, mejor padre, mejor compañero, mejor persona. He vuelto a recordad el fragmento de Gibran […podéis abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, pues sus almas habitan en la mansión del mañana, que vosotros no podéis visitar, siquiera en sueños / Podéis esforzaros en ser como ellos, pero no intentéis hacerlos a ellos como vosotros. Ya que la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer].
La segunda, que las alegrías y las emociones que te produce un hijo no te las causa nada más en la vida.
Volviendo a casa, de su mano, con las emociones a flor de piel, he vuelto a recordar lo bien que se está en silencio con algunas personas. Y me he dado cuenta de que su mirada clara, transparente, no sólo iluminaba mis ojos sino la ciudad primero, y la oscura noche después. Hace ya un par de años, le regalé a mi príncipe una estrella. Era una calurosa noche de verano, en un valle del Pirineo famoso por sus cerezas, muy cerca de Andorra. Hoy me ha devuelto el regalo.
Él no sé, yo me acordaré siempre de esta noche que nos ha pertenecido. En su honor:
Me doy cuenta que no he escrito ni una línea sobre el concierto de esta noche. Debe ser que la vida me está tratando muy bien últimamente.
Que tengáis una buena semana.
domingo, 20 de julio de 2008
Todos (te) queremos más
Hoy es un día especial. Han pasado casi veinte años desde que el Boss tocó en este mismo estadio. Hemos empezado el día comiendo como dioses, luego hemos ido al Arts a ver si veíamos al gran hombre; nos hemos tenido que conformar con ver a Nils Lofgren y a su chati, comiendo tarde en el restaurante de la primera planta -se le vé mayor, muy mayor, y camina mal, diría que tiene mal las caderas. Carlos y su mujer me dejan en casa, nos decimos “hasta dentro de un rato”, espero a la mía, son las siete y media, estoy nervioso.

Ocho y media pasadas, una marea humana se encamina al Camp Nou, colas enormes para la entrada directa a pista; ya estamos los ocho, media familia. Accedemos a la segunda tribuna; no estamos mal situados, un poco altos pero con buen ángulo. Me impaciento. En noviembre, en Madrid, el Boss nos hizo esperar cuarenta minutos, a ver hoy.

Pasan veinte minutos de las diez, y se apagan las luces sin aviso ni riff previo; suena la misma melodía que hace veinte años, una especie de carrusel. De repente, la locura, aparece el Boss y lo que queda de la E-Street Band, a la que me alegra ver que se ha añadido ya definitivamente Suzie Tyrrell. Los ingenieros de sonido no han hecho bien su trabajo, parece mentira, pero cuando suena “No Surrender” a nadie parece importarle – y es que la media de edad está en los cuarentaytantos. El ambiente, algo frío al principio, va calentándose con “Radio nowhere”, “Out in the street” y “Promised land”; cuando llegamos al “Hungry Heart” se produce la magia y empieza el delirio, setenta mil voces cantan arriba y siete en el escenario, el Boss se empieza a encontrar en casa, y empieza lo mejor.

Homenaje a Eddie Cochran con “Summertime blues”, palabras en catalán. "És una nit magnífica. Som-hi!", y suena The river. Pasaré de puntillas por el dúo con su mujer en “Brilliant Disguise” (Patti, lo siento, pero tu marido suena mejor cuando tú no estás), y llegamos al jamón entreverado. Primero “Atlantic City”, en versión eléctrica con toda la banda, como en el 88. El Boss baja ya del escenario y se deja tocar, estrecha manos de las primeras filas, canta lo que se le pide; y, señores y señoras, llega la mejor versión que se ha oído nunca del “Because the Night”, con las guitarras de Steve Van Zandt y sobretodo de Nils Lofgren sonando como nuca. El que tuvo retuvo, señores, y el que estuvo ayer en el concierto de Barcelona lo pudo ver –el que lo haya grabado, por favor que lo cuelgue de Youtube- la imagen de Nils girando cual peonza mientras lloraban las guitarras no se me olvidará nunca (¿mal las caderas?).

“Living in the future”, “Mary's Place”, “Tunnel of love”, “The rising”, “Last to die” y “Long walk home” sosegaron a la audiencia, y en estas estábamos cuando llegamos al segundo momento del concierto; llevábamos más de dos horas, pero el estadio estalló como si lleváramos cinco minutos mientras cantábamos con el Boss “Badlands” durante más de diez minutos y un par de lágrimas resbalaban por mi mejilla.

Los bises empiezan con un “Jungleland”, la parroquia no se lo cree, y siguen con el “Born to run”. Cuando llegamos al “Glory Days”, la locura se ha adueñado de la parroquia, y a eso de la una y cuarto de la noche el Boss parece que no puede más. Pero sí, a sus casi sesenta tacos sigue en forma, y cierra como viene siendo costumbre en esta gira con el "American land", y el "Twist and shout" de propina.

El Boss se despide en catalán: “Fins demà” (hasta mañana). Lo sabe él y lo sabemos todos los que tenemos entradas para esta noche; esta noche, a partir de las 21.30 horas, más. Queremos más y el Boss también quiere más, el aire huele a despedida pero la última ronda la paga el Boss.

Me llevo a mi pequeño gran hombre, a ver cómo le sienta.
SET LIST
No Surrender
Radio Nowhere
Out In The Street
The Promised Land
Hungry Heart
Summertime Blues
Brilliant Disguise
The River
Atlantic City
Candy's Room
Janey Don't You Lose Heart
Waitin' On A Sunny Day
Backstreets
Because The Night
Livin' In The Future
Mary's Place
Tunnel Of Love
The Rising
Last To Die
Long Walk Home
Badlands
* * *
Jungleland
Born To Run
Bobby Jean
Glory Days
Dancing In The Dark
American Land
Twist And Shout
Ocho y media pasadas, una marea humana se encamina al Camp Nou, colas enormes para la entrada directa a pista; ya estamos los ocho, media familia. Accedemos a la segunda tribuna; no estamos mal situados, un poco altos pero con buen ángulo. Me impaciento. En noviembre, en Madrid, el Boss nos hizo esperar cuarenta minutos, a ver hoy.
Pasan veinte minutos de las diez, y se apagan las luces sin aviso ni riff previo; suena la misma melodía que hace veinte años, una especie de carrusel. De repente, la locura, aparece el Boss y lo que queda de la E-Street Band, a la que me alegra ver que se ha añadido ya definitivamente Suzie Tyrrell. Los ingenieros de sonido no han hecho bien su trabajo, parece mentira, pero cuando suena “No Surrender” a nadie parece importarle – y es que la media de edad está en los cuarentaytantos. El ambiente, algo frío al principio, va calentándose con “Radio nowhere”, “Out in the street” y “Promised land”; cuando llegamos al “Hungry Heart” se produce la magia y empieza el delirio, setenta mil voces cantan arriba y siete en el escenario, el Boss se empieza a encontrar en casa, y empieza lo mejor.
Homenaje a Eddie Cochran con “Summertime blues”, palabras en catalán. "És una nit magnífica. Som-hi!", y suena The river. Pasaré de puntillas por el dúo con su mujer en “Brilliant Disguise” (Patti, lo siento, pero tu marido suena mejor cuando tú no estás), y llegamos al jamón entreverado. Primero “Atlantic City”, en versión eléctrica con toda la banda, como en el 88. El Boss baja ya del escenario y se deja tocar, estrecha manos de las primeras filas, canta lo que se le pide; y, señores y señoras, llega la mejor versión que se ha oído nunca del “Because the Night”, con las guitarras de Steve Van Zandt y sobretodo de Nils Lofgren sonando como nuca. El que tuvo retuvo, señores, y el que estuvo ayer en el concierto de Barcelona lo pudo ver –el que lo haya grabado, por favor que lo cuelgue de Youtube- la imagen de Nils girando cual peonza mientras lloraban las guitarras no se me olvidará nunca (¿mal las caderas?).
“Living in the future”, “Mary's Place”, “Tunnel of love”, “The rising”, “Last to die” y “Long walk home” sosegaron a la audiencia, y en estas estábamos cuando llegamos al segundo momento del concierto; llevábamos más de dos horas, pero el estadio estalló como si lleváramos cinco minutos mientras cantábamos con el Boss “Badlands” durante más de diez minutos y un par de lágrimas resbalaban por mi mejilla.
Los bises empiezan con un “Jungleland”, la parroquia no se lo cree, y siguen con el “Born to run”. Cuando llegamos al “Glory Days”, la locura se ha adueñado de la parroquia, y a eso de la una y cuarto de la noche el Boss parece que no puede más. Pero sí, a sus casi sesenta tacos sigue en forma, y cierra como viene siendo costumbre en esta gira con el "American land", y el "Twist and shout" de propina.
El Boss se despide en catalán: “Fins demà” (hasta mañana). Lo sabe él y lo sabemos todos los que tenemos entradas para esta noche; esta noche, a partir de las 21.30 horas, más. Queremos más y el Boss también quiere más, el aire huele a despedida pero la última ronda la paga el Boss.
Me llevo a mi pequeño gran hombre, a ver cómo le sienta.
SET LIST
No Surrender
Radio Nowhere
Out In The Street
The Promised Land
Hungry Heart
Summertime Blues
Brilliant Disguise
The River
Atlantic City
Candy's Room
Janey Don't You Lose Heart
Waitin' On A Sunny Day
Backstreets
Because The Night
Livin' In The Future
Mary's Place
Tunnel Of Love
The Rising
Last To Die
Long Walk Home
Badlands
* * *
Jungleland
Born To Run
Bobby Jean
Glory Days
Dancing In The Dark
American Land
Twist And Shout
jueves, 10 de julio de 2008
Me muero de ganas

Estoy nervioso, esto pinta cada vez mejor. Estuve con Edu, Aisnard y la mujer del último en noviembre viendo al Boss en Madrid y el resultado fue la crónica que colgó SanFreeBird y que os reproduzco:
“Media horita de frío tiene su recompensa, y los miembros de la mítica E Street Band van desfilando por delante nuestro, tornándose en locura el ambiente cuando por las puertas del hotel aparece Él… chaqueta de piel, gafas de sol y un aire un tanto serio. El primer rumor se confirma: Patty no está en Madrid, y eso, lo siento Bruce, es buena noticia. Desvanecido todo el follón, aparece un risueño Jon Landau camino de su coche, avisando a la concurrencia: "tonight is gonna be a great show".
Ya en el pabellón - precioso por cierto - nos asaltan los primeros temores: un retraso de 45 minutos puede con nuestra paciencia. De repente, la oscuridad vence nuestras dudas y, desde el escenario, el Jefe nos pregunta por dos veces: "Is there anybody alive out there?". Suenan los primeros acordes de "Radio Nowhere" y ya estamos todos entregados...()...Sin tiempo ni para una palabra, el de Nueva Jersey entabla una primera tanda de cuatro con "No Surrender" "Lonesome day" y Gipsy Byker". La primera un poco temprano, con las cuerdas vocales a medio calentar, pero mejor pronto que nunca. Tras este inicio, la primera noticia positiva de la noche: el dueto que Bruce se marca con Suzie Tyrrell - algo más que un bello violín y que deja en mal lugar a la primera dama del rock -. Podemos afirmar sin miedo a errar que Suzie es, por méritos propios, una nueva E Streeter.
El cuerpo del concierto fue un homenaje de la banda a sus seguidores más puristas, y saltándose el set list más o menos tipo que había presentado en los EEUU, el Boss y sus colegas atacaron algunas de sus joyas menos reconocidas, con "Reason to Believe", "Candy's Room", "Tunnel of Love" y "Working on the highway". Parece que su etapa con la Seegers Sessions Band caló en el Jefe, y quiso recuperar su vena folk. Por lo demás, un final de fiesta made in Springsteen, con sus himnos de siempre -y que duren - y un "Thunder Road" apoteósico petición popular.
Podríamos hablar de muchas cosas; de que algún miembro de la banda empieza a flojear, de que el sonido no fue bueno en la primera parte del concierto, de los 45 minutos de retraso... Pero hablar de Bruce es hablar de sentimientos, y lo anterior no importa...().. No sé por cuanto estarán en la carretera, pero si es para bendecirnos como lo hicieron en Madrid, que sea por muchos años.
Ah, y por el retraso… viviré esperando."
Tengo entradas para el sábado 19 y para el domingo 20, el segundo día me iré a ver al Boss con mi gran pequeño hombre de siete años, no sé cómo le va a caer el megafollón pero si no se extrañó demasiado de lo que vivió en la India en enero no se puede extrañar demasiado ahora, vamos digo yo.
Os paso algunos links para que vayáis haciendo boca.
http://sanfreebird72.blogspot.com/2008/07/espectacular.html
http://stoneponyclub.es/
http://www.pointblankmag.com/
Y un “Thunder Road” de hace tres meses muy parecido al que tocó en Madrid en noviembre.
Me muero de ganas.
Cuarto encierro de Sanfermines. Demasiada gente, los toros han salido muy agrupados pero a partir de Mercaderes la carrera se ha vuelto loca. Manada rota, tres toros delante, los otros tres a por uvas, la gente más, ucinco o seis carreras de las de llorar de bonitas, trote muy lento de los animales al final, mucho mucho ángel de la guarda en Telefónica y claro, con tanta gente muchas caídas, volteretas, montones y un puntazo a un chaval de por aquí -no siempre se los llevan los guiris.
Que tengáis un buen día.
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