Bienvenidos. Este blog está abierto a todos aquellos que pasean por esta vida sin empujar y cediendo el paso cuando toca, que es casi siempre. Aquí encontraréis poesía y música, porque sin poesía y sin música, la vida sería un error. También encontraréis puntos de vista sobre otras cosas que me interesan.
Ha muerto uno de esos seres a los que me refería en mi post anterior. Nos deja su ejemplo de cómo pasear por este mundo con honestidad, sabiendo que la conciencia es, si no la única, la religión más importante. Se ha ido, como aquéllos que cayeron, gritando ¡¡Libertad!!
Mientras aquí abajo lloramos, arriba las estrellas brillan; le dan la bienvenida. Los ojos se cierran, las palabras se abren y algunas canciones perduran, porque son himnos hechos de ideas.
Leo (en pijama, calentito y en casa, tras haber cenado como un marqués y mientras suena en un equipo de música que vale una pasta un vinilo que me ha costado otra pasta) una entrevista publicada en la sección "La Contra" de La Vanguardia de ayer el siguente diálogo entre Ima Sanchís y el señor de la foto, que resulta ser un ex presidente de MSF que lleva por nombre James Orbinski (entrevista completa en http://www.lavanguardia.es/lacontra.html)
...()...
P: ¿Su gran pregunta?
R: En los últimos veinte años he luchado para averiguar cómo responder al sufrimiento ajeno.
P: ¿Y ha averiguado cómo?
R: Lo primero que necesitamos son unos ojos dispuestos a ver el sufrimiento ajeno, y luego la decisión de responder a él con los medios de que dispongas, puede ser algo tan sencillo como ayudar a tu vecino o algo tan complicado como ser médico humanitario. Pero lo importante es estar abierto.
P: Entiendo, lo importante es la actitud.
R: Sí, el deseo de relacionarse con los demás. Si estás abierto, no eres ajeno al sufrimiento de los otros.
P: ... Y aterrizó en Baidoa, la ciudad de la muerte, en Ruanda.
R: ¿Qué aprendió?
R: Todo lo malos que podemos ser. ...()... Estaba conmocionado y prácticamente destruido. El olor, el tacto, la vista..., todos mis sentidos estaban saturados por la realidad del genocidio. Es la más penetrante de las experiencias humanas.
P: ¿Cuál es la situación más esperanzadora que ha vivido?
R: Durante el genocidio de Ruanda estaba suturando a una mujer que había sido violada y a la que habían mutilado con un machete.
P: ¿Los pechos?
R: Sí, una práctica habitual. Ese día había cientos de pacientes en la calle. Y ahí mismo, frente al hospital, hacíamos cirugía. La mujer se estaba desangrando y sufría unos dolores terribles. Con los fórceps le pinché la piel y le hice daño, entonces me tocó el brazo, la miré y topé con sus ojos. ... Sentí su dolor, lo comprendí dentro de mí con tanta intensidad que giré la cara y vomité. Entonces ella me volvió a tocar y me dijo en su idioma: "Valor, busca tu valor, amigo mío". Era ella la que estaba padeciendo un gran dolor, pero pudo percibir que en ese momento yo también sufría y me dio el impulso necesario para seguir adelante. ... Cuando se es testigo de este tipo de valor, descubres la faz más bella del ser humano.
...()...
P: ¿Ha encontrado alguna certeza?
R: Sí, la de vivir con auténtica curiosidad, dispuesto a amar y ser amado."
Joder. Luego me quejo de verme cada día más difuminado en el espejo: a ver si espabilo. Ya queda menos. Os dejo con una joya que me he encontrado en Youtube,
y con otra joya que me he encontrado en un rincón de la memoria.
Deseo - Federico García Lorca
Sólo tu corazón caliente, y nada más.
Mi paraíso un campo sin ruiseñor ni liras, con un río discreto y una fuentecilla.
Sin la espuela del viento sobre la fronda, ni la estrella que quiere ser hoja.
Una enorme luz que fuera luciérnaga de otra, en un campo de miradas rotas.
Un reposo claro y allí nuestros besos, lunares sonoros del eco, se abrirían muy lejos.
Esta pasada noche ha muerto uno de mis héroes, ya os había hablado de él. Adios, Vicente, adios. El mundo es hoy un poco peor, porque se ha quedado sin un ángel, pero los niños y ángeles que no están entre nosotros son mucho más felices desde hace unas horas. No tuve el gusto de conocerte, pensaba acercarme en el próximo viaje a la India - ójala pueda darte la mano, o al menos verte un día allí donde estés. Me gustaría dedicarte un poema, espero que te guste.
Canción de amor - Rafael Alberti
Amor, deja que me vaya, déjame morir, amor. Tú eres el mar y la playa. Amor.
Amor, déjame la vida, no dejes que muera, amor. Tú eres mi luz escondida. Amor.
Amor, déjame quererte. Abre las fuentes, amor. Mis labios quieren beberte. Amor.
Amor, está anocheciendo. Duermen las flores, amor, y tú estás amaneciendo. Amor.
En tu honor, suena este movimiento central (Adagio non troppo) del Concierto para flauta en Sol Mayor de Mozart. Es música de ángeles para un ángel, música de niños - mis hijos me la piden casi cada día cuando vamos al colegio - para alguien que llevó la felicidad a muchos niños; no se me ha ocurrido otra más apropiada.
Que tengáis un buen día. Cuando caiga la noche, salid de casa y mirad al cielo porque hoy hay una nueva estrella, tiene un brillo tenue y discreto, pero un color como pocas. Si no la encontráis, buscad la de Benedetti y trazad una línea hasta la Estrella Polar, está aproximadamente a medio camino.
Hoy toca hablar de otro de mis héroes - hoy la palabra se declina en femenino, pero hasta un niño sabe que los héroes no tienen género.
Pasamos nuestro viaje de novios en Birmania, o si se prefiere Myanmar, que es como se llama oficialmente el país desde 1989, y a menudo pienso en volver a ese pedazo de paraíso que existe en el sudeste asiático y que vive de espaldas al mundo por obra y gracia de una Junta de militares que gobierna de manera dictatorial y con férrea mano el país desde hace ya casi 50 años con el apoyo o la aquiescencia de las grandes potencias. Pensé que el momento había llegado hace dos años; iluso de mí, creí que la Junta caería cuando la llamada revolución azafrán sacó a los monjes budistas a la calle. Pero no.
Desde hace años, Daw Aung San Suu Kyi (o "la Señora", que es como se referían a ella los birmanos en las pocas ocasiones que hablamos con ellos del tema) mantiene un pulso con la Junta Birmana siguiendo la senda que marcó el Mahatma Gandhi, la de la lucha a través de la no-violencia. Leo que ayer por la mañana fue encarcelada de nuevo, la excusa es lo de menos.
No ha habido política en este blog hasta ahora, y sigue sin haberla. Esto no es política, es una llamada a la gente decente que vive en mi ciudad para que vaya a la Plaça de Sant Jaume el próximo lunes 18 de mayo a las 19.00 horas a concentrarse pacíficamente para reclamar la libertad para Suu Kyi y para los miles de "presos políticos" birmanos, la caída del régimen militar y la llegada de la libertad a ese Shangri-La que es Birmania.
Ya está bien de quejarse desde el sofá de casa. Rescatemos la decencia que nos queda y reivindiquemos para ellos la libertad que no tuvimos y tenemos hoy. La misma libertad que utiliza Suu Kyi en dos frases que se le atribuyen y que merece la pena reproducir: la primera dice "La única prisión verdadera es el temor, y la única libertad verdadera es la libertad del temor", y la segunda, "Utiliza por favor tu libertad para promover la nuestra". Pues eso, utilicemos nuestra libertad, salgamos a la calle, rescatemos la rabia y forcemos a nuestros políticos a obrar contra natura y hacer por una vez algo íntegro en su vida y con la de los demás sin exigir un voto a cambio.
Reclamemos nuestra libertad, la de los otros, el 0,7% y todo lo que exigíamos antes de que nos dieran el puto soma (Huxley se debió pasar por nuestra época en alguno de sus viajes lisérgicos, porque la clavó) en forma de hipotecas al 2%, coches de lujo y aires de grandeza soplados desde las Azores hacia el Este, convirtiéndonos en adictos a la estulticia. Desgraciadamente, en este país la integridad dejó de ser un valor a la muerte de Alatriste. Porque lo que luego se llamó decencia era todo lo contrario.
Estoy rabioso, muy rabioso. Suena Keny Arkana, me encanta esta canción, me la descubrió la Princesa Inca y la tenía abandonada hace ya demasiado tiempo.
Con la pancarta que sale al final del vídeo me pasa lo que al niño que no se cansa de escuchar siempre el mismo cuento; es la que tiene esa frase que se atribuye al Subcomandante Marcos y que dice: La lucha es como un círculo, se puede empezar en cualquier punto pero nunca se acaba.
Compañeros de mi ciudad, os veo allí - a los que viváis en otros lados, imagino que habrá concentraciones más o menos cerca de vuestras casas, a poco que podáis acercaos, por favor.
Hasta entonces, os deseo a todos que tengáis un buen día.
Ayer se leía en la sección “La Contra” de La Vanguardia la siguiente entrevista de Ima Sanchís al señor de la foto, el sacerdote José Javier Parladé, desde ayer otro de mis héroes.
Os reproduzco un extracto, podéis encontrar el texto completo en la edición digital del periódico.
P: ¿Pidió que le enviaran a Sudán? R: Sí, hace 38 años, porque era un país musulmán donde era complicado abrir iglesias. ...()...
¿Le gustan los retos? Sí, y además quería construir algo desde el principio y según mis ideas.
¿Qué ideas? No se trataba de exportarles un Dios, sino de descubrir con ellos el Dios que allí habita. Así que puse mucha atención en olvidar mi cultura y mi Dios para ponerme a buscar con ellos. Fue fácil: en medio de tanta pobreza y necesidad, Dios estaba muy presente.
No lo demuestra. Dios no realiza. Dios no me va a quitar el dolor que me produce el reuma, pero me va a dar una manera distinta de vivir mi situación. Yo, para comprender, vivo como ellos: si ellos van a pie, yo también; siembro para comer y camino kilómetros para buscar agua. Y, antes que iglesias, creé escuelas.
¿Y fue feliz? Mucho, pero tras un periodo de ocho años volvió la guerra, que lo destruye todo, incluidos los valores. No sabe las atrocidades que vi. En Maban, de noche, sufríamos constantes ataques, así que dormíamos en el bosque...()...
Cuénteme lo que vio. Las milicias del norte, árabes que los militares armaban, se llevaban a las mujeres y los niños, que vendían como esclavos. A los niños los subían a un camello, les ataban los pies y le daban agua al camello, que al hincharse los descoyuntaba, así no escapaban.
A usted se lo llevaron los militares. Me tuvieron en la cárcel quince días. Cuando me soltaron me fui a abrir una misión más al sur, en Raga, cerrada por la guerra. Las escuelas gubernamentales, de cristianos y musulmanes, habían desaparecido. Sólo existía una escuela coránica, en la que para estudiar debías convertirte al islam.
¿Qué tipo de personas encontró allí? Muchos cristianos aterrorizados. Cornelio, el sultán de la tribu aya, tenía las manos agujereadas: se había negado a hacerse musulmán y lo habían clavado a un árbol. Al sultán de los creish lo metieron en un saco lleno de guindillas y lo apalearon hasta dejarlo ciego. A mí sólo me expulsaron diez veces en los doce años que estuve allí.
Buen promedio. La primera vez me tuvieron dieciocho días de viaje escoltado por un policía. Allí donde llegaba, me encarcelaban. Estaba tan furioso que no lograba ni rezar, tras unos días logré calmarme y le dije al de la ametralladora que me trajinaba de aquí para allá: "Ya me he calmado, vamos a ser amigos. Cuando necesites algo de mí, no tengas miedo, que te ayudaré".
Tiene usted coraje. Cambiar tu estado de ánimo lo cambia todo. Cuando volví a encontrar a Dios y se me fue la rabia, pude empezar a sacar partido de lo que estaba viviendo. Serenarse y abrirse es el paso previo a cualquier cambio.
¿Qué fue lo que cambió? Pese a todo, logramos crear una escuela para 1.800 niños y otra para 700 niñas...()...
¿Por fin vive en paz? En la guerra, el que tiene la fuerza lo tiene todo. En Yirol no había una sola escuela y ya tenemos 27, aunque estén debajo de los árboles y todos los maestros sean voluntarios... Estamos haciendo muchas cosas, pero hacer la guerra es mucho más fácil que construir la paz.
¿Pesimista, padre? El ser humano a veces es muy poco humano, somos muy débiles. Podemos hacer grandes cosas, pero para eso hay que cambiar la mentalidad tanto allí como aquí, en el primer mundo, donde también manda el más fuerte...()... Fíjese, pese a todas las barbaridades que le he contado, creo que allí hay más humanidad.
No he estado en Sudán, pero seguro que tiene razón y allí hay más humanidad.
Palabras clave: serenarse y abrirse. Buscar al Dios que allí habita. Cambiar tu estado de ánimo. Construir según las ideas propias. Vivir como ellos. Crear escuelas antes que iglesias. Cambiar el estado de ánimo. Sacar partido de lo que vives. Serenarse y abrirse.
En honor del héroe, suena el Andante del Concierto número 23 para piano de Mozart. Subid el volumen, abrid las ventanas, y dejad que el mundo oiga esta música, que seguro que se vuelve algo mejor.
En su honor, suena también una preciosa poesía de Gil de Biedma.
¿FUE POSIBLE QUE YO NO TE SUPIERA...? – Jaime Gil de Biedma
¿Fue posible que yo no te supiera cerca de mí, perdido en las miradas?
Los ojos me dolían de esperar. Pasaste.
Si apareciendo entonces me hubieras revelado el país verdadero en que habitabas!
Pero pasaste como un Dios destruido.
Sola, después, de lo negro surgía tu mirada.
Entrad en la página web de la Asociación Amsudán (www.amsudan.com), por favor.
Hoy quiero hablaros de otro de mis héroes, se llama Vicente Ferrer, nació en Barcelona en 1920 y vive hoy en Anantapur, en el estado de Andhra Pradesh (sureste de la India).
La semana pasada, la vicepresidenta del Gobierno se acercó a su domicilio para hacerle entrega de una condecoración, la Gran Cruz del Mérito Civil. Raras veces en nuestro país se premia en vida a las personas que lo merecen, a pesar de lo cual Ferrer había recibido ya previamente, entre otros premios, el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia (1998), la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya (2000) y el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española (2000). A nivel internacional no hay tanta envidia como aquí, y Ferrer también ha obtenido varios reconocimientos: en 2001 fue nombrado Personaje destacado de la historia del siglo XX por la UNESCO.
En El País del pasado domingo se leía una entrevista con él, de la me ha parecido bueno reproducir algunos fragmentos:
Pregunta: ¿Qué le da India? Respuesta: ¿Qué iba a darme? No soy más que un pez en el agua. Yo vine aquí para convertirme. Gracias a ellos.
P: La India actual no es la de 1952. Presume de multimillonarios. R: Conviene que haya ricos. ¿Quién nos iba a dar si todo el mundo fuera pobre? ...()...
El fin del mundo llegará cuando ya no haya pobres. ¡Nos habremos quedado todos sin trabajo! Y los necesito porque mi corazón está hecho para quererlos. ...()...
Es mentira que todos los hombres sean iguales. Son iguales ante Dios, pero eso es otra cosa. …()…
P: Aquí le llaman padre.¿Echa de menos el hábito que abandonó en 1969 para casarse? R: No estoy contra el pasado. Y no critico a la Iglesia, que es nuestra tradición. Los jesuitas me han ayudado mucho, me han dado una visión universal. Pero yo pertenezco a la iglesia que Jesús le prometió a la samaritana, que llegará el día en que todos los hombres adorarán a Dios en espíritu.
…()…Los ateos siempre tienen argumentos. Pero un ateo es un corcho en el agua. Yo soy un papel en el aire. La devoción es una riqueza espiritual que la gente moderna no entiende.
…()…Nosotros tenemos el principio de no acumular nada, todo debe repartirse, debemos ser pobres. Yo no tengo casa propia.
P: ¿El hombre contemplativo reemplaza al hombre de acción? R: Soy ambos, un hombre completo, natural, un caminante que viene de las alturas, siempre con horizontes lejanos. …()…
P: ¿De qué está más orgulloso? R: De mí mismo. Como soy el más humilde del mundo, soy el único que puede hablar así.
…()…
P: Le tiene miedo a la muerte. R: La muerte no existe.
La existencia en nuestros tiempos de las personas como Vicente Ferrer, y de cuantos como él piensan que no somos sino papeles en el aire, que todo debe repartirse y que la devoción es la única riqueza a la que debemos aspirar es en sí misma un milagro. Y también la razón de ser de la raza humana; y el único fundamento de mi fe en ella. Y mientras haya en este mundo hombres santos como Vicente Ferrer, la muerte no existirá. Porque los héroes nunca mueren, y en eso consiste el cielo.
En su honor, suena una de las arias más conocidas de Puccini, el O mio babbino caro, en la mejor de las interpretaciones posibles, la de Montserrat Caballé en una grabación de 1975 que es una auténtica joya.
Hoy quiero hablaros del ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes de este año. José Antonio Abreu nació en Valera (Venezuela) en 1939. Tras fundar y dirigir la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar (OSSB), en la década de los 70, siendo Ministro de Cultura y Director del Consejo Nacional de la Cultura funda la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles (FESNOJIV), que es una red de orquestas infantiles, juveniles y coros que involucra hoy cerca de 250.000 (¡doscientos cincuenta mil!) jóvenes músicos.
Abreu entiende la educación musical como un instrumento de cohesión social y de integración social, y su modelo ha sido merecedor de reconocimientos nacionales e internacionales, incluido el Premio Nobel Alternativo, otorgado por la Fundación Right Livelihood, de Suecia, el Premio UNICEF y el Premio Don Juán de Borbón de la Música. En 1998, la UNESCO lo designó Embajador de Buena Voluntad para la Música y la Paz.
Durante los últimos 30 años, Abreu ha ejercido los cargos de Director de Planificación de Cordiplan y Asesor del Consejo Nacional de Economía, Diputado al Congreso Nacional de la República Venezuela, Presidente del Consejo Nacional de la Cultura y de Ministro de Estado para la Cultura. El Maestro está convencido de que el arte y la música no son patrimonio de elegidos, sino de todos. Abreu considera que su orquesta debe estar en cada ciudad, en cada pueblo, dondequiera que viva un humano, porque a través de la experiencia de hacer música en colectivo, el niño entra en contacto con los valores humanistas fundamentales e universales. Su proyecto vital se rige por el principio de que "la música es un instrumento irremplazable para unir a las personas".
Os reproduzco parcialmente una entrevista (podéis encontrar el texto completo en http://encontrarte.aporrea.org/creadores/musica/82/a14496.html) realizada al Maestro Abreu en Caracas el 31 de enero de 2008 por Elena Dolenko, profesora del Conservatorio Tchaikovski de Moscú.
Elena Dolenko: Maestro, ¿cómo ha sido el desarrollo del movimiento de las Orquestas Juveniles e Infantiles desde su creación hasta nuestros días?
José Antonio Abreu: El Sistema se desarrolla porque existen derechos, consagrados por la Constitución y por la ley, que hacen obligatoria la asistencia del Estado a la educación musical de niños y jovenes. Es decir, el Estado está en el deber ineludible de garantizar los derechos a la educación musical de la niñez y la juventud. Lograr el ejercicio de ese derecho desde hace 33 años es un justo reconocimiento al talento de nuestros niños y acceso de los pobres a la alta cultura. Nuestros niños tienen derecho a la mejor educación musical y el Estado está en el deber de garantizar eso. La cultura para los pobres no puede ser una pobre cultura.
…()…
E.D.: ¿Que función debe cumplir la formación artística en la educación de los niños y jóvenes?
J.A.A.: Una función fundamental. La formación artística complementa la educación tradicional y la convierte en un sistema de educación y de salud integral para el país. Nosotros estamos fortaleciendo estructuralmente el sistema educativo de Venezuela incorporando las asignaturas como sensibilidad y sentimiento, que en el campo de la música contribuyen a cimentar la personalidad afectiva y emocional del niño. Es una vía para lograr ciudadanos más completos, más concientes y sobre todo, formados en la dimensión estética de la vida. Esa dimensión está planteada desde la antigua pedagogía de la Grecia ática, pasando por la filosofía alemana de fines del siglo XVIII y de la Ilustración e influye de una manera determinante en la formación ética. La conciencia moral de un país depende en gran medida de la proyección humanística en el sistema educativo. …()…
E.D.: ¿Usted imagina el Sistema funcionando sin Usted en la dirección?
J.A.A.: Sí, funciona perfectamente. Yo creo que la sed del conocimiento es más importante, que el conocimiento en sí. La sed del saber impulsa al hombre a la autoconciencia progresiva, a la autoeducación, cada vez más intensa, y hoy los jóvenes tienen los instrumentos. …()…
E.D.: ¿Que dificultades ha encontrado Usted para la proyección del movimiento orquestal juvenil e infantil en los países latinoamericanos?
J.A.A.: La educación en América Latina durante muchos décadas se fundamentó en el cultivo de la racionalidad, del intelecto. Se dió una enorme importancia a las áreas que tienen que ver con la preparación del niño en las ciencias matemáticas, físicas y en todo lo concerniente a la futura promoción tecnológica del país, descuidando la formación de la sensibilidad, de la afectividad y del sentimiento en la educación primaria.
…()… Se considera, por ejemplo, que es una injusticia social que un niño pobre no puede comer lo que come un niño rico. Pero no se considera que es una inmensa injusticia social que un niño pobre no tenga acceso a la educación musical que tiene plenamente un niño rico.
…()… La revolución que implica llevar el niño pobre a la altura máxima del conocimiento artístico es más poderosa y más transcendental, que la revolución alimentaria y la revolución del hábitat para un país, como nuestro. Hay que vencer mentalidades, vencer estructuras, vencer costumbres y vencer ambientes sociales hostiles al desarrollo masivo del arte. Están acostumbrados a visualizar el arte como una pequeña manifestación elitista consagrada a un grupo pequeño de la sociedad, una minoría dirigida a otra minoría. Este ha sido el mundo del arte durante muchísimos años en América Latina."
En honor del Maestro, de mi héroe, suena Jordi Savall al frente de HESPÉRION XX interpretando magistralmente el “Lachrimae Antiquae” de John Dowland.
Hoy no hay (más) poesía; porque la existencia de personas como Andreu es en sí misma a la vez un milagro y poesía en esencia.
Hoy os hago un regalo envenenado, es un poema en forma de nana. Quizás es el poema más triste del mundo, se llama "Wiegala".
"Wiegala" es una nana que forma parte de una recopilación que ha hecho la mezzosoprano Anne-Sophie Von Otter y que ha sido editada recientemente por Deutsche Grammophon. El disco recopila la música de músicos checos confinados en el campo de Terezin (o Theresienstadt) por ser judios o contrarios al régimen nazi. No sé si me impresiona más la voz de Anne-Sophie Von Otter o la humanidad que refleja una obra de este tipo. Quizás lo primero sea consecuencia de lo segundo.
La nana "Wiegala" fue compuesta por una enfermera llamada Ilse Weber. Conocemos su historia a través de su marido, quien sobrevivió al horror del exterminio. Antes de la guerra, Ilse Weber escribía cuentos infantiles que publicaba en diversas revistas centroeuropeas. Con la llegada de la guerra, Ilse y su marido hicieron caso omiso a las advertencias y decidieron permanecer en la antigua Checoslovaquia junto con su hijo mayor Tommy. Los tres fueron detenidos y enviados a Terezin en febrero de 1942. Hasta su deportación a Auschwitz, donde tanto ella como Tommy serían asesinados el 6 de octubre de 1944, Ilse trabajó como enfermera en el campo de concentración.
Ilse cantaba esta nana a los niños y a los ancianos enfermos cuando eran llevados a los hornos o simplemente agonizaban.
La letra dice (en alemán y en traducción libre): Wiegala, wiegala, weier, der Wind spielt auf der Leier. Er spielt so süss im grünen Ried, die Nachtigall, die singht ihr Lied. Wiegala, wiegala, weier, der Wind spielt auf del Leier.
Wiegala, wiegala, werne, der Mond ist die Laterne, er steht am dunklen Himmelszelt und Schaut hernieder auf die Welt. Wiegala, wiegala, werne, der Mond is die Laterne.
Wiegala, weigala, wille, wie ist die Welt so stille ! Es stört kein Laut die süsse Ruh, schlaf, mein Kindchen, schlaf auch du. Wiegala, wiegala, wille, wie ist die Welt so stille !
[Wiegala, wiegala, weier,/ el viento toca la lira. / Toca dulcemente entre los juncos verdes./ El ruiseñor canta su canción./ Wiegala, wiegala, weier,/ el viento toca la lira.// Wiegala, wiegala, werne,/ la luna es una linterna/ en el fondo negro del firmamento,/ desde allí mira el mundo./ Wiegala, wiegala, werne, / la luna es una linterna.// Wiegala, wiegala, wille,/ ¡qué silencioso está el mundo!/ Ni un solo ruido turba la paz,/ tú también, mi pequeño, duerme./ Wiegala, wiegala, wille,/ ¡qué silencioso está el mundo!]
Lamento el regalo envenenado; viene a próposito de las últimas noticias que leo sobre las intenciones del gobierno de Berlusconi de convertir en delito la estancia irregular de extranjeros en Italia y sobre las razzias habidas en campamentos de gitanos. He recordado aquella frase que dice que para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada; y como los que leéis esto sois por definición buenos, pues eso.