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sábado, 11 de abril de 2009

Vida

Aquí siente uno cómo la vida sale de la ceniza volcánica y te atraviesa el alma, quizás sintió algo así José Hierro cuando escribió su celebérrimo poema.

VIDA - José Hierro

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!»
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!»
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.



Me chifla el poema. Y me chifla esta canción, que me regalo y os regalo.





Que tengáis un buen día.

jueves, 26 de marzo de 2009

Definiciones imposibles

Ayer José Hierro nos definía a los poetas, hoy de repente me he encontrado con su definición de poesía:

"...La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa..."


Hace tiempo que no posteo nada de Cernuda, ésta es una muestra de su mejor poesía.

DONDE HABITE EL OLVIDO - Luis Cernuda

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.



Es poesía pura, no hay mucho más que decir - o al menos yo no sé.

Suena la Chacona en sol menor de Purcell, son casi siete minutos de felicidad.




Que tengáis un buen día.

miércoles, 25 de marzo de 2009

El estigma de Caín (hojas del árbol de nuestro tiempo)

Entre la maleza de la soberbia y la sinrazón que nos rodean, hay excepciones en forma de personas geniales y únicas. Gente admirable a quien conocer, si no en persona, a través de su obra. Por ejemplo, José Hierro, quien rechazó ser académico de la RAE a pesar de escribir poemas como éste.


RAZONES - José Hierro


NO VIVES YA DE SINRAZONES.
¿Tan sola estabas, alma mía?
El alba nueva no traía,
para acunarte, sus canciones.

Llega la luz de otras regiones
sin la hermosura que solía.
Mala alegría es la alegría
que nos abrasa los corazones.

¿Dentro de ti la buscas? ¿Llevas
dentro de ti su llama? ¿Elevas
de tu noche su mediodía?

¿Has de matar todas las cosas?
¿Cortar, para olerlas, las rosas?
¿Tan sola estabas, alma mía?



Dicen los libros que Hierro dijo una vez lo siguiente: "El poeta es una hoja más entre los millones de ellas que forman el árbol de su tiempo. Por eso, lo que dice de sí mismo es válido para los demás. Lo único que distingue al poeta no es su mayor sensibilidad, sino su capacidad de expresión. Es una hoja que habla entre hojas mudas". Pues eso, entre la maleza muerta del invierno, hasta del más gélido (y mira que el nuestro lo es) emergen verdes, frescos brotes, primavera en forma de sabia humildad.

Hablando de brotes verdes, y de naturaleza, de Nick Drake se han dicho muchas cosas, y muchas tonterías. Es difícil hablar de su poesía - o sea, de las letras de sus canciones, que nos hablan de soledad, de sueños, de incomprensión, de amor y de desamor.

Se ha dicho que Nick Drake era un maníaco depresivo. Yo creo simplemente que era alguien que se daba (demasiada) cuenta que merecía la pena dedicar la vida a ver, a verse, a mirar al cielo y a disfrutar de las cosas que son invisibles para la mayoría de los mortales - porque no se detienen a verlas. Alguien especial, que tenía marcada en la frente el estigma de Caín a que se refiere Hesse (¿te acuerdas, Rafa?), y que como todos los de su especie pasó por el mundo sin empujar, sin molestar y sin juzgar. Porque sabía que no era mas que una hoja del árbol de su tiempo. Como Hierro. Como muchos, los menos pero muchos.

Suena River Man, de su primer álbum "Five Leaves Left" (...She said she hadn’t heard the news / Hadn’t had the time to choose / A way to lose / But she believes. / Going to see the river man / Going to tell him all I can / About the plan / For lilac time. / If he tells me all he knows / About the way his river flows / And all night shows / In summertime...) - y qué bien suena.




Que tengáis un buen día.