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jueves, 17 de junio de 2010

Duro de pasiones

De los 20 poemas de amor..., a Neruda le gustaba éste en especial. A mi también.


Poema 09 - Pablo Neruda

Ebrio de trementina y largos besos,
estival, el velero de las rosas dirijo,
torcido hacia la muerte del delgado día,
cimentado en el sólido frenesí marino.

Pálido y amarrado a mi agua devorante
cruzo en el agrio olor del clima descubierto,
aún vestido de gris y sonidos amargos,
y una cimera triste de abandonada espuma.

Voy, duro de pasiones, montado en mi ola única,
lunar, solar, ardiente y frío, repentino,
dormido en la garganta de las afortunadas
islas blancas y dulces como caderas frescas.

Tiembla en la noche húmeda mi vestido de besos
locamente cargado de eléctricas gestiones,
de modo heroico dividido en sueños
y embriagadoras rosas practicándose en mí.

Aguas arriba, en medio de las olas externas,
tu paralelo cuerpo se sujeta en mis brazos
como un pez infinitamente pegado a mi alma
rápido y lento en la energía subceleste.



Casi tanto como el tercer movimiento de la sonata en si menor de Chopin. Y si lo toca Rubinstein, ni os cuento - cerrad los ojos y volad.





Hora de las velas. Que tengáis un buen día.

lunes, 11 de mayo de 2009

Secretos de supervivencia



Se apagan las estrellas,
empieza la semana;
el baile de bastones.

Cierro los ojos, que no sea verdad, dice el deseo,
abro los ojos, intento encenderlas; algo no me deja.
No, soy yo quien deja que algo no me deje.

Así que es culpa mía. Así que no puedo quejarme. Pero sí negarme.
Menos mal que me queda el Arpa Eólica.
Funciona: vuelven a brillar.

Joder, casi la cago.
Pero no: con o sin dudas, al final siempre escojo la misma pastilla,
y nunca es la azul.

(guardadme el secreto, porque hasta ahora voy conseguiendo que los muchos agentes Smith que me rodean de lunes a viernes crean -más allá de un margen duda que les es tolerable- que no es así, y de ello depende mi supervivencia, y que algún día vuelva a tocar el piano)





Que tengáis un buen día.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Aleteos

Chopin compuso su segundo concierto para piano y orquesta en fa menor (que fue en realidad el primero que compuso) entre 1829 y 1830, así que tenía solamente veinte años cuando lo acabó. De este concierto me gusta la forma que tiene el piano de sobrevolar, "aleteando" y haciendo de eje en torno al que gira la orquesta.

Este aleteo se acentúa en el segundo movimiento, cuya parte central es dramática y a la vez misteriosa: los trémolos de los violines se alternan con (y alteran) los pizzicati de los instrumentos graves del cuarteto; y sobre todas la cuerdas aletea el recitado del piano, a modo de voz.

De todas la versiones que circulan, destaca ésta en la que un Rubinstein muy lejos de sus años jóvenes y virtuosos nos enseña lo que significa interpretar: ese proceso lento de interiorizar la partitura, sentir como la música te inunda y te llega muy dentro, y ese abandonarse y dejar que el corazón y las entrañas guíen los dedos por las teclas y la música sale de tí. Fijaos en su expresión: no es que se haya metido en la música, es que la música se ha metido en él y fluye y es parte de él.



Os dejo con un poema que a primera vista es todo lo contrario al segundo movimiento del concierto anterior.

Desde que el alba quiso ser alba (Miguel Hernández)

Desde que el alba quiso ser alba, toda eres
madre. Quiso la luna profundamente llena.
En tu dolor lunar he visto dos mujeres,
y un removido abismo bajo una luz serena.

¡Qué olor a madreselva desgarrada y hendida!
¡Qué exaltación de labios y honduras generosas!
Bajo las huecas ropas aleteó la vida,
y sintieron vivas bruscamente las cosas.

Eres más clara. Eres más tierna. Eres más suave.
Ardes y te consumes con más recogimiento.
El nuevo amor te inspira la levedad del ave
y ocupa los caminos pausados de tu aliento.

Ríe, porque eres madre con luna. Así lo expresa
tu palidez rendida de recorrer lo rojo;
y ese cerezo exhausto que en tu corazón pesa,
y el ascua repentina que te agiganta el ojo.

Ríe, que todo ríe: que todo es madre leve.
Profundidad del mundo sobre el que te has quedado
sumiéndote y ahondándote mientras la luna mueve,
igual que tú, su hermosa cabeza hacia otro lado.

Nunca tan parecida tu frente al primer cielo.
Todo lo abres, todo lo alegras, madre, aurora.
Vienen rodando el hijo y el sol. Arcos de anhelo
te impulsan. Eres madre. Sonríe. Ríe. Llora.


Pero sólo a primera vista, ¿verdad?

Que tengáis un buen día.

lunes, 23 de junio de 2008

Quizás mas adelante...



Eduardo me ha regalado esta mañana este cuento maravilloso- muchas gracias, Eduardo; con tu permiso, sigo con la cadena.

La tienda de la Verdad

El hombre esta sorprendido. Pensó que era un nombre de fantasía, pero no pudo imaginar qué vendían.

Entró. Se acercó a la señorita que estaba en el primer mostrador y preguntó: “Perdón, ¿esta es la tienda de la verdad?

- Sí señor. ¿Qué tipo de verdad está buscando? ¿Verdad parcial, verdad relativa, verdad estadística, verdad completa?

Así que allí vendían verdad. Nunca se había imaginado que ello era posible. Llegar a un lugar y llevarse la verdad era maravilloso.

- Verdad completa; contestó el hombre sin dudarlo. “Estoy tan cansado de mentiras y falsificaciones” pensó. “No quiero más engaños ni fraudes”

- ¡Verdad plena!; ratificó.

- Bien, señor, sígame.

La señorita acompañó al cliente a otro sector, y señalando a un vendedor de rostro adusto, le dijo: “El señor le atenderá”

El vendedor se acercó y esperó a que el hombre hablara.

- Vengo a comprar la verdad completa.

- Ajá. Perdone. Pero ¿el señor sabe el precio?

- No. ¿Cuál es? Contestó rutinariamente. En realidad, estaba dispuesto a pagar lo que fuera por toda la verdad.

- Si usted se la lleva –dijo el vendedor- el precio es que nunca volverá a estar en paz.

Un escalofrío recorrió la espalda del hombre. Nunca se había imaginado que el precio fuera tan alto.

- Gra…gracias…Disculpe…- balbuceó.

Dio la vuelta y salió de la tienda mirando al suelo. Se sintió un poco triste al darse cuenta que todavía no estaba preparado para la verdad absoluta, de que todavía necesitaba algunas mentiras en las que encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones en los cuales refugiarse, algunas justificaciones para no tener que enfrentarse consigo mismo.

“Quizá más adelante”, pensó.


Suena Rubinstein interpretando la "Campanella".



Que tengáis un buen día.