Sonaban, de fondo, desde el salón. Casi siempre era Kempff - y siempre tocaba para mí.
Posiblemente la felicidad absoluta no es posible a partir de cierta edad, quizás ni eso. Acaso no sea sino en el mejor de los casos una tendencia, y en el peor una ilusión.
Posiblemente Dios existe. Posiblemente es diferente, y mejor de cómo nos lo pintan. Si habla, que no creo, seguro que no lo hace con palabras - sino con música.
Que tengáis un buen día.
Mostrando entradas con la etiqueta Kempff. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Kempff. Mostrar todas las entradas
sábado, 26 de septiembre de 2009
martes, 10 de marzo de 2009
Sale el sol...
... y pienso en la noche que ahora acaba; y pienso que debería ver salir el sol más a menudo; porque al respirar los primeros rayos, mi sangre aumenta de temperatura, y pierdo el miedo a morir, y a vivir ...()... este sol naciente de hoy trae a mi memoria una poesía de Sologuren.
(De mi cuaderno de bitácora)
GRAVITACIÓN DEL RETRATO – Javier Sologuren
Entre el agua y la sombra, a orillas
de una sedosa mirada nocturna
y en la mitad ardiente del abrazo
la lámpara nos une como una caricia,
como una flor espejeante a un hombro perfecto.
(No sé si he respirado los rayos de su luz
y si al mirarte una impalpable lágrima aproximo,
una abrigada pluma, una burbuja irisada,
un titubeante círculo de amor y de sueños).
Ajena al paso de mi voz, al incesante
fuego que va contra el olvido, retirada
a música inmóvil había de escucharte,
Detenido en silencio todo cuanto tocas,
rostro, vaso de fugaz derredor, madura espalda.
Suena el primer movimiento de la sonata Claro de Luna. A Kempff siempre se le ha reprochado que reinterpretara a Beethoven, yo siempre he pensado que Beethoven se le acercó una noche y le susurró en sueños cómo debían leerse sus partituras. Fijaos en su cara mientras toca, no hay un ápice de pose.
La partitura es muy sencilla, al alcance de cualquier estudiante de primer o segundo curso de piano. Pero una cosa es leer una partitura y otra cosa es interpretar este movimiento - prohibido tocar el pedal, por supuesto.
El segundo movimiento es precioso.
Y el tercero, apoteósico si se toca bien - shaken, not stirred, como los martinis de 007.
La foto está tomada a la salida del sol a bordo de una barca en el río Ganges, en Benarés (Uttar Pradesh, India), hace menos de diez días.
Mañana saldrá el sol de nuevo. Que lo veamos.
Que tengáis un buen día.
Etiquetas:
Beethoven,
Javier Sologuren,
Kempff,
Reflexiones
Suscribirse a:
Entradas (Atom)