viernes, 8 de agosto de 2008
Colores
Veo el día de ayer,
blanco
de dientes de leche,
miradas de ángel
y pompas de jabón en la bañera.
En la penumbra de la mañana siento (casi toco) mi,
su,
nuestra
felicidad,
y el silencio;
es un silencio verde.
Pasa rápido el miedo
a que sea un sueño,
uno de esos
que se acaban
cuando sale el sol, por la mañana.
Pero no. Ya es de día,
y el sueño no es de esos;
sé que dentro de poco
les oiré
primero, y luego volveré a ver
sus dientes de leche.
Hasta entonces no estoy para nadie,
ni siquiera para mí.
Buenos días, príncipes:
el día amanece, y es verde.
Y mañana estaremos todos.
Y el día será más verde;
al de los castaños se sumará
el de dos ojos teñidos de verde esmeralda.
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2 comentarios:
precioso silencio verde... cierro los ojos y viajo en tus colores pausados, oníricos príncipes...
un abrazo
Tus hijos tienen la gran suerte no sólo de tener un padre encantador y que les diga que les quiere, es que se lo dice con un bonito poema. Un abrazo
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