jueves, 14 de agosto de 2008

Las nueve y cuarto




(Viene a nuestra cama. Se apoya en mi hombro, los primeros rayos de sol se filtran por la ventana, sonríe y entreduerme -el tiempo se para)

Como la luz
Como el hambre
Como el agua

Rápida
Lista
Clara

Así es mi princesa. Me recuerda tanto a
su padre; ésta no tiene miedo a vivir,
tiene hambre de vida.

Y se la comerá a grandes bocados, y
buscará sin encontrar, y
llorará más que muchos
para gozar como pocos,
porque vivirá como piensa – sin pensar como ha vivido.

Porque nació con un defecto congénito:
creerse capaz de todo;
como todas las almas libres.

Y mientras yo viva no le faltarán flores
ni poesía,
ni música,
ni, desde luego, mi hombro.

Nada de lo anterior te faltará mientras yo viva, princesa.

2 comentarios:

Camille Stein dijo...

princesa con don de dioses

alma libre a la que admirar y mimar

...

un abrazo

Ginebra dijo...

Tu princesa tiene algo en común con Ginebra, vive como piensa y nunca piensa como ha vivido.
Tiene suerte tu princesa de tener un Rey en casa, UN REY, con mayúsculas que le envíe flores, poesía y que le dé su hombro.
Eres genial!!!!. Un beso.