jueves, 7 de agosto de 2008

Las ocho


La campana,
el reloj de la iglesia;

La respiración de dos ángeles: duermen.
Pájaros: cantan.
El agua del regato: no corre, apenas camina.
Lenta;
bajo el pavimento.

Gotas de lluvia, pocas, tímidas, casi en silencio;
chocan
contra los manzanos,
contra el cerezo.

Latidos. Lentos,
muy
len
tos.

Paz

3 comentarios:

Camille Stein dijo...

exquisita calma la se respira hoy aquí... se escucha el rumor de los silencios

... paz...

un abrazo

Ginebra dijo...

Hola Delamata, cómo se nota que has observado, disfrutado y captado todo lo posible en esos días que has estado en la quietud de los pueblos dónde el tiempo se alarga irremediablemente... Preciosas tus letras (como siempre) y la foto también.
Eres un hombre muy sensible, un amor de hombre, ¡vamos, "pa que nos vamos a engañar"!!!

Gabriela dijo...

Qué placidez hay en tus palabras, ciertamente un suave paisaje,
como dice ginebra; eres un gran observador!

Besos