lunes, 5 de julio de 2010

La hierba del estío

Hoy os regalo el primer poema del Canto a Mí Mismo de Walt Whitman, en traducción de León Felipe:

CANTO A MÍ MISMO- Walt Whitman

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago... e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré;
que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de para en par las puertas a la energía original de la naturaleza
desenfrenada.



Suena la increíble Gillian Welch.





Cuánto perro suelto en el hormiguero. A ver mañana, hoy ya no existen - es hora de las velas.

Que tengáis un buen día.

1 comentario:

Ginebra dijo...

Whitman, maravilloso poema del hombre feliz que encaja con la tierra y la naturaleza, del hombre que se reconoce a sí mismo y siente placer (y no miedo) al hacerlo.
Besos