miércoles, 8 de octubre de 2008

El otro lado del muro

No conocía la obra religiosa de Vivaldi, más allá del famoso Stabat Mater. Hoy he descubierto este maravilloso motete que lleva por título Longe mala, umbrae, terrores RV 629 . En la versión que os adjunto del aria central "Descende, o coeli vox", el contratenor americano David Daniels luce voz y un enorme control en la respiración.



Estoy de bajón. Ayer me anunciaron que hoy a las 11 me daban la nota de uno de esos exámenes en los que tienes poco que ganar y mucho que perder. Nervios primero, subidón más tarde y ahora bajonazo: porque la nota ha sido muy buena.

Sigo con la extraña (y agradable) sensación de vivir en un sueño, así que os dejo con unos versos de Borges y me voy al otro lado del muro; quizás os vea allí.

EL SUEÑO (Jorge Luis Borges)

Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.

¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?


Besos.

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