viernes, 1 de agosto de 2008

Hasta pronto



La foto se tomó en Jaipur (Rajastán, India) en enero de este año. Lo que véis es lo que me propongo hacer durante las próximas semanas con las personas y las personitas que más quiero en el mundo.

A modo de despedida de la mesa de trabajo que tengo delante, me regalo y os regalo una joya. No sé por qué me gusta tanto esta canción, supongo que porque me recuerda a las tres joyas que tengo en casa y también lo bien que me trata la vida de un tiempo a esta parte.





Y para leer, un poema precioso, otra auténtica joya - está escrito en la pared de una plaza del pueblo donde me podéis encontrar la semana que viene.

Nanas de la cebolla (Miguel Hernández)

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre su cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma, al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pones alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
y el niño como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño;
nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.


Besos a todos y hasta pronto.

6 comentarios:

TONI dijo...

Disfruta de las vacaciones!

Volverte a leer en setiembre ayudará a llevar mejor eso de la vuelta al trabajo... Prefiero no pensar, que todavía queda un mes por delante!

Saludos!

Camille Stein dijo...

Chavela Vargas, una joya... y qué suerte disponer de otras tres joyas en casa :)

disfruta mucho de tus seres queridos y descansa mucho, amigo mío...

un abrazo y hasta pronto

:)

Anónimo dijo...

fin aviat crack

Gabriela dijo...

Que buena que vayas a descansar, que disfrutes, y atesora tus vivencias para la vuelta...
Un abrazo

Ginebra dijo...

Hola querido Delamata. Quizás cuándo mi comentario te llegue, tú ya no estés. Estarás en esa plaza del pueblo disfrutando de lo que tienes y tanto quieres... Yo te deseo lo mejor en tus vacaciones, te echaré de menos.
Chavela Vargas me gusta mucho, y esta canción es una de mis preferidas también. Un beso enorme para tí y para los tuyos.

la princesa inca dijo...

chavela...quien pudiera llorar y reir como ella...grande, mujer de ojos y piel vivida...un niña todavía con la pureza de un raza no cotidiana, no un raza de piel ni genes, sino una estirpe de mujeres-diosas que osn escasas en la tierra,LA AMO TANTO,
LA LLORONA, LA REINA de lo que alegra...
SOBRAN PALABRAS.

UN BESO
GENIAL VIDEO Y EL POEMA DE MIGUEL HERNANDEZ.