viernes, 25 de julio de 2008

La sed del saber (o la revolución como asignatura pendiente de la vida)



Hoy quiero hablaros del ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes de este año. José Antonio Abreu nació en Valera (Venezuela) en 1939. Tras fundar y dirigir la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar (OSSB), en la década de los 70, siendo Ministro de Cultura y Director del Consejo Nacional de la Cultura funda la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles (FESNOJIV), que es una red de orquestas infantiles, juveniles y coros que involucra hoy cerca de 250.000 (¡doscientos cincuenta mil!) jóvenes músicos.

Abreu entiende la educación musical como un instrumento de cohesión social y de integración social, y su modelo ha sido merecedor de reconocimientos nacionales e internacionales, incluido el Premio Nobel Alternativo, otorgado por la Fundación Right Livelihood, de Suecia, el Premio UNICEF y el Premio Don Juán de Borbón de la Música. En 1998, la UNESCO lo designó Embajador de Buena Voluntad para la Música y la Paz.

Durante los últimos 30 años, Abreu ha ejercido los cargos de Director de Planificación de Cordiplan y Asesor del Consejo Nacional de Economía, Diputado al Congreso Nacional de la República Venezuela, Presidente del Consejo Nacional de la Cultura y de Ministro de Estado para la Cultura. El Maestro está convencido de que el arte y la música no son patrimonio de elegidos, sino de todos. Abreu considera que su orquesta debe estar en cada ciudad, en cada pueblo, dondequiera que viva un humano, porque a través de la experiencia de hacer música en colectivo, el niño entra en contacto con los valores humanistas fundamentales e universales. Su proyecto vital se rige por el principio de que "la música es un instrumento irremplazable para unir a las personas".

Os reproduzco parcialmente una entrevista (podéis encontrar el texto completo en http://encontrarte.aporrea.org/creadores/musica/82/a14496.html) realizada al Maestro Abreu en Caracas el 31 de enero de 2008 por Elena Dolenko, profesora del Conservatorio Tchaikovski de Moscú.

Elena Dolenko: Maestro, ¿cómo ha sido el desarrollo del movimiento de las Orquestas Juveniles e Infantiles desde su creación hasta nuestros días?

José Antonio Abreu: El Sistema se desarrolla porque existen derechos, consagrados por la Constitución y por la ley, que hacen obligatoria la asistencia del Estado a la educación musical de niños y jovenes. Es decir, el Estado está en el deber ineludible de garantizar los derechos a la educación musical de la niñez y la juventud. Lograr el ejercicio de ese derecho desde hace 33 años es un justo reconocimiento al talento de nuestros niños y acceso de los pobres a la alta cultura. Nuestros niños tienen derecho a la mejor educación musical y el Estado está en el deber de garantizar eso. La cultura para los pobres no puede ser una pobre cultura.

…()…

E.D.: ¿Que función debe cumplir la formación artística en la educación de los niños y jóvenes?

J.A.A.: Una función fundamental. La formación artística complementa la educación tradicional y la convierte en un sistema de educación y de salud integral para el país. Nosotros estamos fortaleciendo estructuralmente el sistema educativo de Venezuela incorporando las asignaturas como sensibilidad y sentimiento, que en el campo de la música contribuyen a cimentar la personalidad afectiva y emocional del niño. Es una vía para lograr ciudadanos más completos, más concientes y sobre todo, formados en la dimensión estética de la vida. Esa dimensión está planteada desde la antigua pedagogía de la Grecia ática, pasando por la filosofía alemana de fines del siglo XVIII y de la Ilustración e influye de una manera determinante en la formación ética. La conciencia moral de un país depende en gran medida de la proyección humanística en el sistema educativo.
…()…

E.D.: ¿Usted imagina el Sistema funcionando sin Usted en la dirección?

J.A.A.: Sí, funciona perfectamente. Yo creo que la sed del conocimiento es más importante, que el conocimiento en sí. La sed del saber impulsa al hombre a la autoconciencia progresiva, a la autoeducación, cada vez más intensa, y hoy los jóvenes tienen los instrumentos.
…()…

E.D.: ¿Que dificultades ha encontrado Usted para la proyección del movimiento orquestal juvenil e infantil en los países latinoamericanos?

J.A.A.: La educación en América Latina durante muchos décadas se fundamentó en el cultivo de la racionalidad, del intelecto. Se dió una enorme importancia a las áreas que tienen que ver con la preparación del niño en las ciencias matemáticas, físicas y en todo lo concerniente a la futura promoción tecnológica del país, descuidando la formación de la sensibilidad, de la afectividad y del sentimiento en la educación primaria.

…()…
Se considera, por ejemplo, que es una injusticia social que un niño pobre no puede comer lo que come un niño rico. Pero no se considera que es una inmensa injusticia social que un niño pobre no tenga acceso a la educación musical que tiene plenamente un niño rico.

…()…
La revolución que implica llevar el niño pobre a la altura máxima del conocimiento artístico es más poderosa y más transcendental, que la revolución alimentaria y la revolución del hábitat para un país, como nuestro. Hay que vencer mentalidades, vencer estructuras, vencer costumbres y vencer ambientes sociales hostiles al desarrollo masivo del arte. Están acostumbrados a visualizar el arte como una pequeña manifestación elitista consagrada a un grupo pequeño de la sociedad, una minoría dirigida a otra minoría. Este ha sido el mundo del arte durante muchísimos años en América Latina."


En honor del Maestro, de mi héroe, suena Jordi Savall al frente de HESPÉRION XX interpretando magistralmente el “Lachrimae Antiquae” de John Dowland.




Hoy no hay (más) poesía; porque la existencia de personas como Andreu es en sí misma a la vez un milagro y poesía en esencia.

Que tengáis un buen fin de semana.

4 comentarios:

tibidabo70 dijo...

Está todo tan bien dicho, que no son necesarias más palabras.
¡Que tengas un delicioso fin de semana junto al mar!

Camille Stein dijo...

no conocía la figura de Abreu y su obra... y realmente estoy admirado por el trasfondo de su pensamiento

concebir la música como instrumento de cohesión e integración social me parece una forma fascinante de universalizar la música... y de humanizar a un ser humano perdido en esta decadente y pobre sociedad

gracias por dar a conocer a este gran personaje

un abrazo

:)

Ginebra dijo...

Querido Delamata, me ha gustado la entrevista a este músico. No conocía su trayectoria, desde luego es un enamorado de este arte y un luchador para conseguir inculcar la educación musical en los niños, en las personas... el mundo sería un sitio mejor si sus ideas se implantaran en todos los estados, ¿no crees?. Al menos la gente sería un poco más sensible...
La música, preciosa, como siempre.
Un besito y buen finde.
Estaré ausente unos días, pero te veré a mi regreso.

Gabriela dijo...

Que gusto pasar por aqui a aprender!
Gracias, mil!!