sábado, 30 de agosto de 2008

Spleen

Ya estamos de vuelta. Demasiado curro en la “vuelta al cole”, pero ya es viernes por la noche y me tumbo en silencio para volver la vista atrás y ver unos días maravillosos en este mes de agosto; y deseo con toda mi alma seguir viviendo esta vida; y recuerdo unas estrofas de Omar Jayyam que dicen así:

Que a esta vida la has vivido
piensa, como lo has querido:
¿Y después?

Imagínate, confiado,
que tu hora última ha llegado:
¿Y después?

Que cien años transcurrieron
y tu plena dicha vieron,
sin pesares, sin enojos,
y al colmo de tus antojos:
¿Y después?

Pídele a tu fantasía
cien años más todavía:
Los dioses que todo pueden
cien años más te conceden...
¿Y... después?


Me sumerjo en el silencio de la noche y en los sonidos de mi melancolía escuchando a dos reencarnaciones de algún Dios menor: Pollini al piano, y Abbado a la batuta. Es 1967, yo nacía por entonces, y estos dos monstruos regalaban esta versión del segundo movimiento del Emperador a los pocos privilegiados que estaban físicamente allí. Hoy el que lo ha colgado de youtube se lo regala al mundo, y yo a vosotros.

Encended una vela y apagad las demás luces.



Dentro de los cien años de la cuarteta, esta interpretación seguirá viva, como lo están los poemas de Jayyam (o lo que nos ha llegado de ellos) mil años después de que los escribiera.

Polvo eres y en polvo te convertirás. A veces, perdura algo más que el polvo.

No aspiro a la inmortalidad. Ni a que perdure mucho de mi: quizás un (buen) recuerdo que se enciende cuando se encienda una vela.

Feliz fin de semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué maravailla de tema. Lo quiero!
SFB72