Suena, triste, el clarinete. Piel erizada, de gallina pero a lo bestia.
Violetta pronuncia esa (sí, esa) frase: "Lo vedi?, ti sorrido". El esperado nudo en la garganta, que se hace grande hacia abajo. Baja. Llega al esófago, y luego invade las tripas.
La vista se va nublando, las lágrimas asoman y no te resistes. El duetto va in crescendo. Notas algo en la cabeza, como la primera vez que acaricias un pecho. Y cuando Violetta estalla con el “Amami Alfredo”, lloras y te estremeces, porque sabes lo que es la felicidad y también que hay algo inmortal en tí: vamos, que no eres sólo carne y hueso. Y se te encoge el alma entera. Mientras la vista se nubla, ya, definitivamente.
Otra gran, imprescindible poesía de mi nuevo “descubrimiento” que no acepta demasiados comentarios.
MEMENTO – José Sologuren
Los que caímos más de siete veces
y aun en cada paso,
y, sin embargo, no somos los caídos;
sentimos un extraño dolor por los caídos;
nosotros, tú y yo, los que caemos,
con profunda unción de hijo a padre
encendemos de vida a los caídos:
la vida enajenada en las batallas,
en la turbia agonía de los tiempos;
esa vida que anida en el recuerdo
de los que son, de los que fueron, los caídos.
De "Bajo los ojos del amor" 1950
Que tengáis un buen fin de semana.
sábado, 22 de noviembre de 2008
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1 comentario:
Es uno de mis arias preferidos, muy pasional, lo he escuchado hasta la saciedad, pero no me canso de oir el duetto in crescendo. Gracias por colgarlo hoy.
Besos
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