sábado, 26 de septiembre de 2009

Sonidos de niñez

Sonaban, de fondo, desde el salón. Casi siempre era Kempff - y siempre tocaba para mí.




Posiblemente la felicidad absoluta no es posible a partir de cierta edad, quizás ni eso. Acaso no sea sino en el mejor de los casos una tendencia, y en el peor una ilusión.

Posiblemente Dios existe. Posiblemente es diferente, y mejor de cómo nos lo pintan. Si habla, que no creo, seguro que no lo hace con palabras - sino con música.

Que tengáis un buen día.

1 comentario:

Ginebra dijo...

Ya te llegaban sonidos sublimes desde el salón, fuiste afortunado... la felicidad es una intención,creo, una manera de vivir, quizás... todo está en la cabeza y puede materializarse o no hacerlo. Quien busca y quiere ser feliz, de verdad, creo que lo consigue.
Besos y buen día.