jueves, 22 de octubre de 2009

¿Quién me abre la puerta?



Leo hoy en el diario de ayer que Ray Bradbury (el autor de las Crónicas Marcianas), a preguntas sobre los libros electrónicos, decía no hace mucho lo siguiente: "Eso no son libros. Los libros sólo tienen dos olores: el olor a nuevo, que es bueno, y el olor a libro usado, que es todavía mejor"

Bravo por don Ray. Cuando teníamos veinte años, nos gustaba repetir una frase que viene a decir lo mismo, aunque de una manera algo más basta, debo reconocerlo: hacerse pajas está bien, pero follando conoces gente -- el autor era (creo) Bartolo, y, claro, una vez dicha provocabas sonrisas -- y el resto ya era cosa tuya. Nos pasábamos los días y las noches en nuestra particular búsqueda de lo evidente, y, enfin, qué os voy a contar que no sepáis los cuatro gatos lastimados y relamidos que léeis este post.

Por aquel entonces, los Guns N' Roses sacaban un disco que hoy es parte de la historia de la música, mi hermana preferida hacía COU y lo trajo a casa. Durante meses, día sí día tanbién, esta canción sonó en el K7 del aquel corsa rojo con vocación de Cadillac Solitario:





Unos (bastantes) años más tarde, encontré a la mujer de mi vida, que hoy sigue a mi lado y es mi particular Diosa - no lo dudéis, yo no seré como los mártires del protocristianismo, si tengo que elegir entre mi fe (cuando la tenga) y mis seres queridos, va a ser que ganan los segundos y le dan morcillas al mundo y a su presunto creador.

Después aprendí a respirar, a relativizar, a no morir. Más tarde aprendí que robar es el único pecado, y que los demás son simplemente variaciones de robar - cuando matas a un hombre, le robas a alguien el derecho a una vida, a sus hijos de venir al mundo, o si ya están aquí, el derecho de tener padre; cuando dices una mentira, le robas a alguien el derecho a la verdad, etc.

Luego tuvimos dos hijos, y aprendí que solamente hay que temer a las jaulas, y que lo único que no podemos consentir, so pena de convertirnos en muertos vivientes y de ver como los jetos se nos desfiguran y desdibujan cada día más cuando nos miramos al espejo cada mañana, es que que nuestros sueños y nuestras opciones de vida cedan ante los barrotes (aunque sean de oro macizo), o ante el recuerdo, o ante el el cansancio, o ante el deseo.

Después escribí:-

Sabed que no todas las lágrimas son amargas,
y llorad sin miedo, hasta que no os quede dentro
ni una sola lágrima de las negras.


Hoy busco una salida al sinsentido de vivir en un mundo absurdo que complemente la más evidente; incluso cuando tienes los huevos de darle una patada a la puerta - por ejemplo -.


L'obscurité des eaux - Alejandra Pizarnik

Escucho resonar el agua que cae en mi sueño.
Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo
en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis
aguas, me digo mis silencios. Toda la noche
espero que mi lenguaje logre configurarme. Y
pienso en el viento que viene a mí, permanece
en mí. Toda la noche he caminado bajo la lluvia
desconocida. A mí me han dado un silencio
pleno de formas y visiones (dices). Y corres desolada
como el único pájaro en el viento.



No dejo de preguntarme: ¿quién me abre la puerta?

Que tengáis un buen día.

3 comentarios:

Ginebra dijo...

Bueno, no me doy por aludida en ese "saco" de "los cuatro gatos lastimados y relamidos que léeis este post.", jejejejejeje.
Me gustó tu reflexión, mucho. Mira, llorar, decía mi abuela, te "saca las telarañas pa fuera", lloro con frecuencia, no me importa confesarlo y estoy de acuerdo: las lágrimas negras hay que echarlas.
En cuanto a la reflexión de Ray, pues me parece cierta: el olor a libros nuevos es genial y mejor aún a libro usado. No creo que los libros digitales me gustasen mucho, la verdad.
La otra expresión , la de las pajas, pues cierta también, aunque "el toquito que se da cad uno...", jejejeejeje, (algo para romper el hielo).
Un beso

sanfreebird72 dijo...

Vámonos a Menorca a vivir de una puta vez joder!
sanfreebird

TONI dijo...

Acercarse por aquí es darse de bruces con la melancolía que me producen tus reflexiones...

Supongo que a pesar del día a día y sus cadenas, alcanzamos cierto grado de libertad cada vez que levantamos la mirada y nos evadimos mediante una lectura, canción o pensamiento.

Gran post.

Firma: uno de los gatos.