domingo, 26 de octubre de 2008

Mi Pueblo, Mi Casa, La Soledad (queridos primos...)




Queridos primos:

Estoy volviendo a ver las fotos que hicimos en Jaipur el pasado mes de enero, por ejemplo la que cuelgo arriba. Quizás os acordáis, era uno de los grupos de mujeres que nos miraban en el patio del Fuerte Amber mientras descendíamos del elefante primero y de la muralla más tarde. Con esas miradas que me cautivaron: miradas de mujer que se sabe poderosa, quizás por ser de mujer de rajput, que como sabéis quiere decir hijo de reyes.

Ayer veíamos una película que aprovecho para recomendaros. "Cometas en el cielo" es una película basada en la novela de de Khaled Mosseini y que relata la vuelta de un afgano a su país natal, controlado por los talibanes, en busca de un niño. Es una película que nos habla de la amistad, de la vida y de la muerte, de vejaciones, de justicia e injusticias y de las segundas oportunidades que la vida a veces tiene a bien darnos y que, si vienen, no hay que dejar pasar. Os la recomiendo, y también que los niños duerman mientras la véis - os cuelgo un trailer.



Como Hassan, yo también sueño que mis hijos crecerán para ser buenas personas, y que serán (y sabrán ser) libres. Como el padre de Amir, yo también creo que robar es el único pecado, y que los demás son simplemente variaciones de robar --cuando matas a un hombre, le robas a alguien el derecho a una vida, a sus hijos de venir al mundo, o si ya están aquí, el derecho de tener padre; cuando mientes, le robas a alguien el derecho a la verdad, etc.

Y el concepto antitético de robar es el de dar, y por eso me refiero en este blog con la etiqueta de "Mis héroes" a las personas que dan, a aquéllos que no buscan el ser ni el poseer, sino el dar. Porque si alguien es mejor que alguien no es por lo que “es” ni por lo que “tiene” o “consigue”, sino por lo que da.

Y por eso cuando te cruzas con esas gentes que roban a los demás (el tiempo, la vida, los sentimientos) tienes la sensación de vivir entre muertos; están vivos (en el sentido biológico), pero son muertos vivientes. Son del género que se suicida, unos día a día y otros de golpe. Y cuando te cruzas con gentes que dan, sientes como la vida te rodea y te penetra, porque el bien y el mal son contagiosos.

Curiosamente, paseando por la India, entre tanta miseria me sentía muy vivo. Y recuerdo como si fuera ayer que ya de vuelta a casa, íbamos paseando de la mano la noche del 6 al 7 de enero por el barrio en el que llevo toda la vida viviendo, y pensaba para (o sentía en) mis adentros que en esta ciudad falta vida, que están, estamos todos muertos. Muertos y solos, algunos en solitario y otros en pequeñas tribus de pocos individuos que comparten música, cariño y techo.

Llegaremos a Delhi a las 8:50 hora local del día 11 de diciembre. Tenemos tantas ganas de veros…

Besos enormes. Que tengáis una buena semana. Suena el Chango Spasiuk, cantando una maravilla de canción que descubrí hace unos meses gracias al blog de Gabriela y que me viene al pelo hoy: lleva por título "Mi Pueblo, Mi Casa, La Soledad".




P.S. Si nos queréis acompañar en algún momento del viaje, todavía estáis a tiempo. Ya sabéis que nos gusta pasear con vosotros por el mundo.

1 comentario:

Ginebra dijo...

Un viaje perfecto en el que se ve que disfrutaste. Me gustó el retrato que hiciste de estas mujeres. Un beso