domingo, 14 de diciembre de 2008

El precio de la felicidad (o de cuando Dios baja a la tierra)

Marcial me ha hecho llegar esta poesía de Luis García Montero, a quien conocía solamente por ser “marido de” y por el follón que (se) montó hace poco en la Universidad de Granada al hilo de una querella entre compañeros del departamento por la que le condenaron. El poema es precioso, como dice Marcial habla de aquello que evoca también Sabina en una canción (No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió...). Seguiré explorando en la obra de este poeta que pinta tan bien.

AUNQUE TU NO LO SEPAS

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminando
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuando te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.


Suena la Sinfónica de la ciudad de Birmingham con Simon Rattle a la batuta en una versión sencillamente bestial del final de la segunda de Mahler.



Dios bajó a la tierra a inspirar a Mahler cuando escribió esto (o quizás es que estaba por aquí) y sigue bajando en las contadas ocasiones que se interpreta como lo hacen Rattle y la CBSO. El disco está disponible en amazon.com, el precio de la felicidad es tan sólo 18 euros y medio, y me consta que los Reyes están de compras estos días para aquellos niños que han sido buenos durante el año, tengan la edad que tengan.



Buen fin de semana a todos.

1 comentario:

Ginebra dijo...

Hola querido Delamata. El poema ya lo conocía, había llamado mi atención porque expresa algo verdaderamente triste y difícil: imaginar lo que no ha pasado en realidad, pero sí en los anhelos del que imagina. Es precioso, la verdad.
Besos poéticos para vos.