Hoy he encontrado esta joya, os la regalo.
DELIRIO DEL INCRÉDULO - María Zambrano
Bajo la flor, la rama;
sobre la flor, la estrella;
bajo la estrella, el viento.
¿Y más allá?
Más allá, ¿no recuerdas? , sólo la nada.
La nada, óyelo bien, mi alma:
duérmete, aduérmete en la nada.
[Si pudiera, pero hundirme... ]
Ceniza de aquel fuego, oquedad,
agua espesa y amarga:
el llanto hecho sudor;
la sangre que, en su huida, se lleva la palabra.
Y la carga vacía de un corazón sin marcha.
¿De verdad es que no hay nada? Hay la nada.
Y que no lo recuerdes. [Era tu gloria.]
Más allá del recuerdo, en el olvido, escucha
en el soplo de tu aliento.
Mira en tu pupila misma dentro,
en ese fuego que te abrasa, luz y agua.
Mas no puedo.
Ojos y oídos son ventanas.
Perdido entre mí mismo, no puedo buscar nada;
no llego hasta la nada.
Cuando no puedes convertir un sueño en realidad, sueñas despierto y el sueño se torna (temporalmente) realidad. Porque hay muchos motivos en forma de seres queridos que hacen que (de momento) no pueda vivir (mucho tiempo) en mis sueños. Lo que sí puedo hacer - y hago - es vivir de ellos.
Y también vivir a caballo entre la realidad y los sueños, girando en torno a mí mismo en esa frontera difusa hasta que no sé de qué lado del espejo estoy. Más allá de ningún sitio, muy cerca de mis sueños - y muy lejos de la nada.
Suena Cat Power.
Que tengáis un buen día
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