viernes, 27 de marzo de 2009

La casa del frío




No sé quién dijo que la libertad no se da, sino que se toma, pero tenía razón.

Toni me recordaba en un comentario a un post de hace tiempo una letra muy ajustada a lo que siento en este momento mientras miro la pantalla del ordenador... welcome my son, welcome to the machine. / What did you dream? its alright we told you what to dream. / You dreamed of a big star, he played a mean guitar,/ He always ate in the steak bar. he loved to drive in his jaguar. / So welcome to the machine.

Recuerdo también el poema de García Montero: hoy no voy a pedirle a la "máquina" que me deje en paz hasta que salga el sol el lunes; no, hoy se lo digo - dé-ja-me-en-paz-has-ta-el-lu-nes.

Déjame, pensamiento, déjame... - Luis García Montero

Déjame, pensamiento, déjame,
mañana seré tuyo,
volveré a ser tu presa.
Pero hoy,
mientras la luz araña en los árboles y pide
una oportunidad,
quiero que me recoja la inútil primavera.

A la casa del frío
regresaré mañana, cuando el tiempo
exponga sus razones
y el corazón pregunte
lo que falta por ver,
cuántos latidos
pueden quedarle para detenerse.



Suena el concierto para Oboe en re menor de Albinoni, en una versión de Il Giardino Armonico con instrumentos de época. Buena música para empezar a huir de la casa del frío atravesando la puerta del despacho y cruzar rápidamente la distancia que me separa de la puerta de mi casa, la del calor.




La foto está tomada en Delhi, hace cosa de un mes. Que tengáis un muy buen fin de semana.

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