viernes, 27 de junio de 2008

El Mar y su Agua



Señoras y señores, con todos ustedes David Oistrach y Yehudi Menuhin en la mejor interpretación que se ha hecho del doble concierto de don Juan Sebastián Bach.

El que ha colgado la grabación del youtube no ha dividido el concierto por movimientos sino que ha partido el segundo por la mitad y han colgado dos videos de 9 minutos; aún a pesar del coitus interruptus, es de ver que el segundo movimiento es sencillamente celestial, sublime, brutal, inhumano; pero mejor no sigo, callo y dejo hablar a los violines, que hablan (cada uno de ellos y entre sí, fijaos, fijaos sobre todo como hablan entre sí) mejor, mucho mejor que yo.







El verso de hoy está dedicado a la mujer que amo. Llevamos más de diez años paseando juntos por la vida, no sé quién de los dos es el mar y quién el agua. Lo único que sé es que somos mar y agua.

AHORA TE QUIERO (Pedro Salinas)

Ahora te quiero,
como el mar quiere a su agua:
desde fuera, por arriba,
haciéndose sin parar
con ella tormentas, fugas,
albergues, descansos, calmas.

¡Qué frenesíes, quererte!
¡Qué entusiasmo de olas altas,
y qué desmayos de espuma
van y vienen! Un tropel
de formas, hechas, deshechas,
galopan desmelenadas.

Pero detrás de sus flancos
está soñándose un sueño
de otra forma más profunda
de querer, que está allá abajo:
de no ser ya movimiento,
de acabar este vaivén,
este ir y venir, de cielos
a abismos, de hallar por fin
la inmóvil flor sin otoño
de un quererse quieto, quieto.

Más allá de ola y espuma
el querer busca su fondo.
Esta hondura donde el mar
hizo la paz con su agua
y están queriéndose ya
sin signo, sin movimiento.

Amor tan sepultado en su ser,
tan entregado, tan quieto,
que nuestro querer en vida
se sintiese seguro de no acabar
cuando terminan los besos,
las miradas, las señales.

Tan cierto de no morir,
como está el gran amor de los muertos.



Buen fin de semana a todos.

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