domingo, 15 de junio de 2008

Anestesiado

Estoy anestesiado. (Re)leo que la felicidad absoluta no es posible. Estoy de acuerdo. Intuyo que no es posible ningún absoluto, salvo que vivas en una burbuja; intuyo que los absolutos no pueden ser sino tendencias, líneas que unas veces trazamos, otras buscamos y otras veces se cruzan en y por nuestra vida.

Ayer me dieron una noticia de las que te quiebran el alma. De las que te recuerdan que la línea recta no es equivalente de nada, y no garantiza nada, y menos la felicidad. De las que te recuerdan que los vaivenes son algo tan valioso que nos permite sobrevivir a diario. No de las que obligan a anestesiarte para alejar el dolor; sino de las que te causan tal dolor que te dejan anestesiado.

Anestesiado. Así estoy yo esta mañana. Me refugio en la música y en la poesía, y en mis maravillosos seres queridos. Hoy ha venido mi hija pequeña muy pronto a la cama, y me ha dicho: "Papá, me ha pasado una cosa muy rara: he tenido un sueño dentro de un sueño". Yo le he contestado: "A mi también me pasa, princesa" .

Antes me refugiaba en otras cosas. Me esforzaba en enfrentar inteligencia y emociones; y así me iba. De fondo, Ella Fitzgerald y Sachtmo cantan el "Summertime" de Porgy and Bess. ¿Quién dijo que la música clásica acabó con Mahler?

.

Hoy os regalo un poema de Celaya, si os gusta os recomiendo un paseo por la web de este gran poeta (http://www.gabrielcelaya.com/) que la Diputación Foral de Guipúzcoa -una administración pública que hace bien las cosas (o al menos algunas)- mantiene viva tras la muerte del poeta.

PERDIDO DE AMOR - Gabriel Celaya

La fatiga, la inmensa
fatiga de los días repetidos.
(Toda alegría supone
algo de heroísmo.)

Admirable enemiga,
de ti nazco sufriendo.
(Arder: Así me miento
un alma iluminada.)

Y vivo de la muerte
que me das sonriendo,
y muero en la dulzura
de tu vago silencio.

Amada, amada mía,
alta llama en el tiempo,
tú creas melodías
con pausas y secretos.

Y el hastío se alarga
de pronto en formas dulces,
y los días se nombran
según un sentimiento.


El comportamientro de los personas no es igual ante situaciones similares. Dejamos de ser niños (los que lo hacemos) cuando aprendemos a gestionar nuestros deseos (o instintos primarios, esos trazos comunes a cualquier ser humano de cualquier edad en cualquier parte de mundo) con nuestros sentimientos. Y lo hacemos cuando aprendemos que los sentimientos tienen un componente racional que les hace susceptibles de ser adjetivados: sentimiento inútil, sentimiento poderoso, sentimiento acertado, sentimiento destructivo. Y aquí intervienen la inteligencia, que cuando penetra en el sentimiento y se funde en él, como si hicieran en amor, nos hace Dioses de nuestra vida y de nuestro destino.

Suena en el salón el "Filth & Fire" de Mary Gauthier -otro día hablaremos de este pedazo de artista-, y leo y releo este maravilloso poema.

Me siento mejor (ahora).

Buen día a todos.

3 comentarios:

Ginebra dijo...

Bonito poema y buena reflexión sobre la vida. Yo también me siento un tanto infeliz porque el corazón me duele y me quedé sin anestésicos. Espero uno de estos vaivenes que me hagan comprender que, "dónde una puerta se cierra, otra se abre y que la felicidad consiste en ver la puerta que se abre y no pensar constantemente en la que se ha cerrado"´.
Besos

Camille Stein dijo...

quizá la clave esté en la flexibilidad, sólo con ella se puede afrontar el vaivén permanente en que consiste la vida

anestesiarse con música y poesía, ese también es mi remedio

gracias por Celaya :)

un abrazo

DELAMATA67 dijo...

Sí, hay otros pero no funcionan tan bien. Quizás los besos con los que acaba siempre los comentarios Ginebra. Sí, desde luego besos y más besos; que nunca falten.
Gracias a los dos por la visita y vuestros puntos de vista - os conocí el mismo día, causalidades de la vida.