sábado, 7 de junio de 2008

Ilse Weber


Hoy os hago un regalo envenenado, es un poema en forma de nana. Quizás es el poema más triste del mundo, se llama "Wiegala".

"Wiegala" es una nana que forma parte de una recopilación que ha hecho la mezzosoprano Anne-Sophie Von Otter y que ha sido editada recientemente por Deutsche Grammophon. El disco recopila la música de músicos checos confinados en el campo de Terezin (o Theresienstadt) por ser judios o contrarios al régimen nazi. No sé si me impresiona más la voz de Anne-Sophie Von Otter o la humanidad que refleja una obra de este tipo. Quizás lo primero sea consecuencia de lo segundo.

La nana "Wiegala" fue compuesta por una enfermera llamada Ilse Weber. Conocemos su historia a través de su marido, quien sobrevivió al horror del exterminio. Antes de la guerra, Ilse Weber escribía cuentos infantiles que publicaba en diversas revistas centroeuropeas. Con la llegada de la guerra, Ilse y su marido hicieron caso omiso a las advertencias y decidieron permanecer en la antigua Checoslovaquia junto con su hijo mayor Tommy. Los tres fueron detenidos y enviados a Terezin en febrero de 1942. Hasta su deportación a Auschwitz, donde tanto ella como Tommy serían asesinados el 6 de octubre de 1944, Ilse trabajó como enfermera en el campo de concentración.

Ilse cantaba esta nana a los niños y a los ancianos enfermos cuando eran llevados a los hornos o simplemente agonizaban.

Podéis escucharla en 477 6546 CD: Terezín / Theresienstadt Track 9

La letra dice (en alemán y en traducción libre):
Wiegala, wiegala, weier,
der Wind spielt auf der Leier.
Er spielt so süss im grünen Ried,
die Nachtigall, die singht ihr Lied.
Wiegala, wiegala, weier,
der Wind spielt auf del Leier.

Wiegala, wiegala, werne,
der Mond ist die Laterne,
er steht am dunklen Himmelszelt
und Schaut hernieder auf die Welt.
Wiegala, wiegala, werne,
der Mond is die Laterne.

Wiegala, weigala, wille,
wie ist die Welt so stille !
Es stört kein Laut die süsse Ruh,
schlaf, mein Kindchen, schlaf auch du.
Wiegala, wiegala, wille,
wie ist die Welt so stille !

[Wiegala, wiegala, weier,/ el viento toca la lira. / Toca dulcemente entre los juncos verdes./ El ruiseñor canta su canción./ Wiegala, wiegala, weier,/ el viento toca la lira.// Wiegala, wiegala, werne,/ la luna es una linterna/ en el fondo negro del firmamento,/ desde allí mira el mundo./ Wiegala, wiegala, werne, / la luna es una linterna.// Wiegala, wiegala, wille,/ ¡qué silencioso está el mundo!/ Ni un solo ruido turba la paz,/ tú también, mi pequeño, duerme./ Wiegala, wiegala, wille,/ ¡qué silencioso está el mundo!]

Lamento el regalo envenenado; viene a próposito de las últimas noticias que leo sobre las intenciones del gobierno de Berlusconi de convertir en delito la estancia irregular de extranjeros en Italia y sobre las razzias habidas en campamentos de gitanos. He recordado aquella frase que dice que para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada; y como los que leéis esto sois por definición buenos, pues eso.