Paris está en Esparta, buscando el amor de Elena, que Elena le niega por estar ya casada. Con el tiempo, a través de la intervención de Erasto, quien ahora revela que es Cupido, Elena se entrega, pero Palas Atenea (Minerva) les advierte del dolor que vendrá. En la última escena del primer acto, Paris y Elena se preparan para embarcar hacia Troya y Paris le canta su amor. El papel se escribió originalmente para ser cantado por un castrato, hoy en día lo cantan mezzos por aquello de que está mal visto lo de capar niños para que los nobles disfruten. En esta grabación tenéis a una discípula coreana de Joan Sutherland que lleva por nombre Sumi Jo, cantando el aria en cuestión ("O del mio dolce ardor") de la opera "Paride ed Elena" de Gluck.
Subid el volumen, subid, subid - precioso, ¿verdad?.
Y hablando de amor, un poema maravilloso - lleva el mismo título que la canción de Sabina; habla de lo mismo pero de otra manera, más sutil, menos aparente.
CONTIGO (Luis Cernuda)
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
Empieza bien el día. Que acabe igual de bien.
jueves, 26 de junio de 2008
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3 comentarios:
DELAMATA, desde luego eres único eligiendo arias, música y poemas, éste último, es soberbio. Para estar enamorado o enamorarse.
Buen día para tí también, corazón. Besos miles
cada día me asombro más company
Gluck... tienes un gusto exquisito
y el poema elegido de Cernuda así lo confirma
gracias por esta estupenda pausa musical :)
un abrazo
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