domingo, 21 de septiembre de 2008

No te quedes conmigo

Domingo, cae la noche y vamos pasando la página de esta semana. Del poeta favorito de mi hermana favorita.

NO TE SALVES (Mario Benedetti)

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.


Nada que añadir. Vladimir Horowitz nos regala una interpretación sublime de la maravillosa Consolación nº 3 de Liszt.



Tengo que volver a tocar el piano. A ver.

Que empiece bien la semana.

1 comentario:

Ginebra dijo...

DELAMATA, es precioso este poema (ya lo conocía). He escrito algo sobre salvarse a uno mismo, qué casualidad, lo publiqué en el blog este mismo domingo. Pareciera que hemos estado "conectados". Con tu permiso me llevo el poema, quiero regalárselo a alguien. Besos