lunes, 29 de septiembre de 2008

No hay tregua



Mi trabajo se parece mucho a un juego que me encantaba de niño: subir corriendo por una escalera mecánica que baja. A partir de cierta velocidad lo consigues, y llega un punto en el que las piernas no notan el esfuerzo, y consigues subir de manera constante. No todos suben. Unos no quieren, otros no pueden, otros no aguantan.

Escribía en este blog hace no mucho: "Nada más llegar a la meta, me doy cuenta de que no es sino un mojón que marca el final de una etapa y el principio de otra. Pero es una meta importante; porque a partir de ahora, ya casi todo es elección."

Sigue siendo cierto, pero con un matiz: la elección es seguir jugando a este juego o bajarme de la escalera. Porque si dejo de subir más velozmente de lo que baja la escalera, inexorablemente iré bajando. Y si dejo de caminar subido a la escalera, la bajada se parecerá mucho a una caída. No hay tregua, como en el poema de hoy de Cortázar, que si os fijáis se parece mucho al de hace un par de semanas.

NO ME DES TREGUA (Julio Cortázar)

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre,
que cada cosa cruel sea tú que vuelves.

¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.

No me pierdas como una música fácil,
no seas caricia ni guante;
tálame como un sílex, desespérame.


Suena Tom Waits, cómo no.



Que tengáis un buen día.

3 comentarios:

TONI dijo...

Como sugerían los Pink floyd: "Welcome to the machine"... (aunque ellos hacían alusión a su desencanto ante la industria musical).

Una vez atrapados en "la maquinaria", bajarse es complicado, o sea que lo importante es coger un buen sitio, acomodarse y vivir lo mejor posible compaginando vida familiar, laboral y ocio.

Con tu permiso:

"Welcome my son, welcome to the machine.
What did you dream? its alright we told you what to dream.
You dreamed of a big star, he played a mean guitar,
He always ate in the steak bar. he loved to drive in his jaguar.
So welcome to the machine."

Como siempre, un placer pasar por tu blog.

Ginebra dijo...

Como siempre tus palabras son muy profundas, Delamata... creo que debes (es una opinión personal) seguir subiendo las escaleras a contracorriente y por supuesto, seguir jugando. ¿para qué parar? Lo que ocurre es que con los años se ha cogido práctica al asunto y creo que todo es más fácil o quizás es que nos importa menos el resultado. ¿Me puedo llevar el poema??? Hago colección de tus selecciones poéticas. Me encantas. Un beso

Pasaje a la India dijo...

Completamente de acuerdo. Cuando empiezas el juego crees que podras parar cuando quieras y que puedes elegir pero cuando te quieres dar cuenta las apuestas son mas fuertes y tienes mas que perder. Lo dificil es mantener el equilibrio y seguir subiendo con sus reglas pero a tu ritmo.
Precioso el poema pero creo que los silex se "tallan".